No vi el programa emitido por la
Cuatro hace una semana, pero todos los que lo vieron
comentan lo mismo:”fue un programa muy duro”, en el que
compartían protagonismo la barriada del Príncipe Alfonso, el
descontrol y el hachís.
Naturalmente, por muy sabido que esto era para la Delegación
del Gobierno, una imagen de este tipo no puede tolerarse,
sin más, y parece que Delegación ha cogido el toro por los
cuernos y lo ha remitido a la Fiscalía.
Es el primer paso, ante una situación en la que menores y
jóvenes que dicen que se dedican a la venta de droga, en la
que chavales que dicen que se dedican a desguazar y quemar
coches, no puede quedar, en eso, sin más.
Aquí estaría la punta del iceberg y que aparece en
Callejeros. La Fiscalía tendrá que estudiarlo y a partir de
aquí dudo mucho que todo ello vaya a quedar en una simple
anécdota.
Lo que aparecía en ese programa no es algo llevadero, porque
llevadero no es el tráfico de drogas, el robo o la quema de
vehículos como aparece ahí, sin más, y sin darle demasiada
importancia a lo que están diciendo.
El programa, según la apreciación de quienes lo han visto,
daba un claro reflejo de lo que es una barriada, dejada de
la mano de Dios, durante mucho tiempo, y en la que todo lo
normal se hace anormal, una barriada que crece sin ningún
tipo de control y en la que “manda el hachís”.
Lo más llamativo, siempre según los que presenciaron el
programa de Cuatro, estuvo en presenciar como ante la cámara
un jovencito pone al teléfono a un hombre que dice estar en
la cárcel por narco.
A partir de aquí nada puede extrañarnos, con lo que todo
hace pensar que ahí aparecen ciertas afirmaciones que
podrían y tendrían que ser “perseguibles judicialmente”,
tales como las que llevan a cabo menores que no niegan que
se están dedicando al “tráfico de drogas”, así como otras en
las que aparecen varios jóvenes explicando sus métodos a la
hora de desguazar vehículos, de los que venden sus piezas en
Marruecos, si es que no queman los propios vehículos.
El programa no tenía desperdicio y la barriada quedaba
marcada, de por vida, como una de las más atractivas para la
delincuencia, de toda España.
En el programa se entrevista a unos chavales de entre 16 y
18 años, y todos ellos de la misma barriada. Los chavales
explican todas sus acciones, su dedicación a la venta de
“chocolate”, “coca” “hachís” etc. Estos chavales prefieren
dedicarse a este trafiqueo antes que ponerse a estudiar,
asegurando, además, que en pocos instantes pueden haber
ganado 6000 o 7000€.
Esto, naturalmente, no es Ceuta, pero esto existe en una
barriada de Ceuta, en una barriada que ha crecido sin
control alguno, formado por auténticas colmenas de
viviendas.
¿Por donde se puede atajar, en serio, todo esto?. Es
complicado, sin muchos años de descontrol y meterle el
diente al asunto creará muchos más problemas.
Las calles no tienen nombres o no tienen salidas, la Policía
no es bien recibida allí, con lo que no tiene muy fácil
poder actuar con eficacia y de acuerdo con la ley.
El programa lo principal que ha hecho ha sido mostrar al
mundo lo que hay, pero de ahí muy poco lejos se podrá pasar,
porque la droga va a seguir circulando allí, a todas horas y
el caos urbanístico no va a ser el principal aliado para
llevar las cosas en orden, pudiendo actuar la Policía.
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