La AD Ceuta se retiró ayer del Alfonso Murube con la
sensación de haber disputado un encuentro muy distinto al
que reflejó el marcador. El equipo caballa hizo todo lo que
tenía que hacer para ganar el encuentro. Controló el balón,
fue superior a su rival en prácticamente todas las facetas
del juego y contó con ocasiones más que suficientes para
conseguir los tres puntos. Pero de nuevo la maldición del
gol persiguió al conjunto caballa. Por un lado, el cuadro
bético apenas tuvo que disponer de tres ocasiones para
marcar sus dos goles, mientras que por otra, los ceutíes lo
intentaron de todas las formas y desde todos los ángulos.
Pero no hubo acierto. Sólo Diego Segura consiguió batir a
Antonio para meter de nuevo al Ceuta en un partido que
hubiese tenido un final muy distinto si el colegiado Ortiz
Blanco hubiese visto dos claras manos en el área bética en
el primer tiempo.
A diferencia del encuentro de ida, cuando encajó el primer
gol antes de que se cumpliese el primer minuto de juego, el
Ceuta saltó al campo con mucha intensidad y completamente
metido en el encuentro. Así, la primera ocasión del
encuentro llegó para el lado caballa cuando el crono todavía
marcaba los dos minutos. Julio de Dios, tras un córner,
recortó con la derecha a Damián y probó fortuna desde la
frontal del área con un disparo con la zurda que Antonio
tuvo que despejar a saque de esquina. Precisamente de otro
saque de esquina, este a los cuatro minutos de juego, llegó
la primera jugada polémica del partido. Un remate de cabeza
de Pereira dentro del área se estrelló en el brazo de Borja,
aunque el madrileño Ortiz Blanco no señaló el penalti.
El equipo caballa se encontraba cómodo sobre el terreno de
juego durante los primeros minutos del encuentro,
manteniendo a raya a su rival e impidiendo que el esférico
llegase con peligro a la portería defendida por Pau Torres.
La primera ocasión del filial bético no llegó hasta el 12’,
a través de un disparo raso de Nono que terminó fácil en las
manos del guardameta caballa. Pero el poder ofensivo del
Betis ‘B’ es importante. Más cuando cuenta con un jugador
del primer equipo como Pozuelo. Precisamente fue el interior
el que en el 23’ recibió en el área un gran pase entre
líneas, y tras dejar sentado a Pau Torres le puso el
esférico a Álex Bernal para que este marcase a placer.
Con el 0-1, el Ceuta continuó llegando con mayor intensidad
que su rival, aunque la mayor presencia del filial bético en
el centro del campo obligó a los ceutíes a tener que cambiar
a un juego más directo, buscando sobre todo las internadas
por las bandas de Diego Segura y, sobre todo, de Guzmán. A
la media hora de juego fue Aitor el que llegó hasta
prácticamente la línea de fondo, desde donde envió un
peligroso centro que fue rematado por Diego Segura y
repelido por Borja.
Poco después, un barullo en el área bética se resolvió con
unas claras manos de Nono que consiguió despejar el peligro
sin que el colegiado madrileño volviese a señalar la pena
máxima a favor del equipo caballa. Con la impotencia de ver
cómo las decisiones arbitrales volvían a perjudicarlos
claramente, los ceutíes llegaron al descanso con un gol de
desventaja. Poco antes, Álex Martínez pudo ampliar las
distancias para el Betis ‘B’ tras recibir un buen balón en
largo, pero su zurdazo terminó marchándose por encima del
larguero.
El segundo tiempo comenzó con un Ceuta de nuevo más metido
que su rival y que buscó pronto el empate. Andrés, con una
falta directa que blocó bien Antonio, y Diego Segura, con un
peligroso disparo con la derecha rechazado por la zaga, lo
intentaron durante los primeros minutos. Sin embargo, de
nuevo fue el Betis ‘B’ el que, haciendo mucho menos que su
rival, consiguió batir la portería caballa con un remate en
el segundo palo de Pozuelo a centro de Kike. La efectividad
del filial bético era máxima, y el encuentro se ponía muy
cuesta arriba para la escuadra blanca.
Pero el Ceuta no estaba dispuesto a dejar escapar el
encuentro. No sin luchar. Y sólo dos minutos después, Diego
Segura se aprovechó de un error en el despeje de la defensa
sevillana para plantarse ante Antonio y conseguir el 1-2 con
el que volvía a meter a su equipo en el partido. Tras el
gol, el Ceuta intensificó todavía más su juego y fue
encerrando poco a poco a su rival, temeroso ante las
continuas embestidas de los blancos. El primero en rondar el
empate fue Añete, que nada más saltar al campo envió un
ajustado disparo al primer palo que atajó Antonio con una
buena intervención, mientras que en la siguiente jugada,
Diego Segura, disparó a bocajarro un potente zurdazo
enviando el esférico por encima del travesaño.
El Ceuta lo intentaba de forma constante, pero el balón no
quería volver a entrar en la portería de un guardameta
bético que se encontró con el esférico tras un gran remate
de Guzmán, en la ocasión más clara para el conjunto caballa,
que a pesar de jugar los últimos minutos con uno menos,
nunca se dio por vencido.
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