No es difícil entender que tras el cristal de la lucha por
la igualdad se esconden una serie de hombres que ven
peligrar la lista inmensa de sus privilegios y se aferran,
por tanto, a la idea del “todo vale”, “nada es cierto” y
“estamos dominados por un mundo feminazi”. Dos corrientes y
dos intenciones.
Día del padre, y por tanto, no se me ocurre mejor momento
para alzar la voz y decir públicamente: “ni más, ni menos
que nadie, ni por encima ni por debajo, ni delante ni
detrás, quiero, simplemente, caminar a la par”. Vivimos en
una sociedad que no ha sabido, todavía, asentar las bases de
un proyecto paralelo en derechos, independientemente del
sello masculino o femenino. Una sociedad que está viendo
peligrar los grandes logros conseguidos por el socialismo
debido a la imposición de un Gobierno que confunde
“garantizar sin excepción”, con “limitar por convicción”,
conservadora, por supuesto.
19 de marzo, tiempo para reivindicar una paternidad
responsable e igualitaria. Ser no es lo mismo que ejercer, y
lejos de imponer una moralidad similar a la que acostumbra
hacer el Partido Popular con la maternidad, diré que es
imprescindible garantizar y apostar por unos permisos de
paternidad y maternidad iguales, intransferibles y
remunerados.
Permisos, que fueron y están siendo rechazados una y otra
vez, por una derecha que no entiende de todo aquello que
difiera de los “tradicionales” patrones patriarcales. No
tiene sentido ni lógica, llevar políticas de igualdad y no
reconocer el derecho de los hijos y las hijas a repartir el
tiempo que pasan con sus padres en las mismas condiciones y
con las mismas oportunidades, porque si queremos acabar con
los roles de género, favorecer la conciliación y aumentar el
papel de las mujeres en el mundo laboral y en los puestos de
responsabilidad, no es menos cierto la importancia de
reivindicar la corresponsabilidad, como respuesta clave a la
coherencia, justicia y razón social.
Por tanto, desde aquí mi apoyo total a esas asociaciones de
hombres que también promueven, junto con sus
reivindicaciones, las peticiones feministas, alaban la Ley
de Igualdad, la Ley contra la Violencia de Género y
rechazan, aquellas corrientes neomachistas que disfrazan la
realidad, potencian las desigualdades y critican las
acciones positivas hacia las mujeres. No es lo mismo, no.
Como tampoco es lo mismo defender la familia y olvidarse de
las que no siguen el modelo típico de lo que ellos nos
quieren imponer.
Día del padre, si. Del padre igualitario y del padre que
también, lo quiere ejercer en solitario. Del padre que no
vive en pareja, o del padre que vive, incluso, con otro
padre. A ellos, felicidades.
Secretaria de Políticias de Igualdad - PSOE Ceuta
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