Más de cinco años después de que saliera a la luz, la
‘Operación Duna’ llega mañana a los juzgados. La Audiencia
Nacional juzga nueve imputados por pertenecer presuntamente
a una célula islamista que se fue formando en la mezquita
ceutí de Darkawia. En diciembre de 2006 fueron detenidos 11
sospechosos.
La Audiencia Nacional acoge a partir de mañana el juicio
contra nueve de los diez detenidos en Ceuta durante la
‘Operación Duna’. La intervención, a instancias del juez
Garzón, se desarrolló en la madrugada del 12 de diciembre de
2006, cuando 300 agentes de la UIP y de los GEOS, junto con
un operativo de apoyo y coordinación de la Jefatura Superior
de Ceuta, se desplegaron por la barriada del Príncipe
Alfonso para detener a los once sospechosos de integrar una
célula islamita.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional, según información
recabada por Efe, pedirá entre 8 y 11 años de prisión para
nueve de los presuntos miembros del grupo que están acusados
de planear atentados para “liberar” Ceuta y Melilla, y
convertir de nuevo España en Al-Ándalus bajo el dominio
musulmán. En el juicio, el fiscal argumentará que la célula
se fue formando a partir de abril de 2005 en la mezquita de
Darkawia, en la calle de San Daniel. Al frente se encontraba
Mohamed Fuad Abdeselam, el cabecilla del grupo que consiguió
expulsar al imán del templo y sustituirlo por dos marroquíes
“que predicaban la versión más extrema del Islam”.Junto al
él, aparece como cabecilla Karim Abdeselam Mohamed,
‘Marquitos’, y el que se consideró más violento.
La progresiva radicalización de los miembros del grupo -que
se autodenominaron ‘Ejército del Mesías’- desató la alarma
social en Ceuta y llevó al Gobierno a actuar. Al parecer,
los acusados ya habían estudiado la forma de obtener
explosivos del fortín del Monte Hacho, ya que uno de los
procesados, Abdelkrim Chaib Abdelaziz, “por su experiencia
militar, sabía dónde estaban guardado”, apunta el fiscal. En
su escrito añade que durante el periodo de actividad de la
célula aparecieron en Ceuta pintadas con texto como ‘Muerte
a los cristianos y a los judíos también; Viva Al Qaeda,
Zarqaui, Bin Laden, Mulá Omar; o Viva el Islam, vamos a
morir por él”.
De la selección de objetivos se encargaron los hermanos
Mustafá y Yusef Abderrahman Ahmed, en cuyo poder se
encontraron durante el registro fotos de iglesias, del
puerto y del ferry de Ceuta.
Al lado de los anteriores, mañana se sentarán en el
banquillo Ahmed Abderrayat Laarbi, Karim Abdeselam Mohamed,
Hiasin Mustafa Mohamed, Reduan Ahmed Abderrahman y Ahmed
Mustafa Mohamed. El fiscal pide para todos ocho años de
prisión por integración en organización terrorista, además
de otros tres años para Abdelkrim Chaib Abdelaziz por delito
de falsedad y dos años y medio para Mustafa Abderrahman por
robo.
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Marquitos fue arrestado en 2010 por atacar a la Guardia
Civil
Karim Abdeselam Mohamed, alias
‘Marquitos’, es uno de los nueve imputados de la ‘Operación
Duna’ que mañana comparecerán en la Audiencia Nacional como
sospechosos de pertenecer a una célula islamita. Cuando fue
detenido en 2006, se le consideró el más violento del grupo.
No en balde, contaba con antecedentes porque antes de los
hechos ya había pasado por varias prisiones de la península.
Al parecer fue ahí donde se radicalizó. En una de las
ocasiones. en la prisión de Botafuegos, además compartió
celda con Tarek Hamed, responsable del aparato de
falsificación y tráfico de armas de la red de captación y
envío de voluntarios a Irak en la denominada ‘Operación
Tigris’, según la información que recogía este diario días
después de su detención.
Tras pasar un tiempo en prisión preventiva como imputado en
la ‘Operación Duna’, Marquitos fue puesto en libertad para
ser nuevamente detenido en mayo de 2010, después de
protagonizar un ataque a la Guardia Civil en el Príncipe.
Los miembros del Instituto Armado le detuvieron días después
del apedreamiento en el que resultó herido un guardia y se
causó múltiples daños al vehículo oficial de la Benemérita.
Sin embargo no resultó fácil ya que Karim Abdeselam opuso
una fuerte resistencia e iba conduciendo un vehículo sin
disponer del permiso pertinente, por lo que además de ser
detenido por un delito de atentado contra un agente de la
autoridad, se le instruyeron diligencias por un delito
contra la seguridad del tráfico.
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