La ilusión financiera del gasto ha llevado a hipotecar el
futuro de la gestión en el ayuntamiento de Ceuta por un
periodo de diez años, y con ello se ve hipotecado, a su vez,
el futuro de la juventud ceutí.
Como es sabido, los ayuntamientos españoles tuvieron de
plazo hasta el jueves 15 de marzo para informar al
Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas de sus
facturas pendientes con los proveedores hasta el 31 de
diciembre de 2011, a través de un mecanismo de créditos para
que las corporaciones locales puedan hacer frente a sus
pagos. Además, los ayuntamientos deben remitir también al
citado Ministerio, antes del 31 de marzo, un plan de
viabilidad que les permita hacer frente en el futuro al pago
de las deudas con el propósito de que no se repita la
situación actual.
Respecto al pago de la deuda a proveedores, las comunidades
autónomas y los ayuntamientos recibirán en torno a 35.000
millones de euros en un préstamo sindicado a diez años y a
un interés cercano al 5 por ciento, con un periodo de
carencia de dos años. Aún viendo positivo el mecanismo de
pago, el tipo de interés que impondrán los bancos no se
entiende que sea el de mercado ya que las entidades
bancarias se financian al 1 por ciento. Por tanto, el tipo
de interés que se aplicará es injusto y nada razonable. De
este modo, la carga financiera, en cuanto al volumen de
intereses, será elevada a lo largo de los diez años.
De los datos presentados por los distintos ayuntamientos,
llama la atención la morosidad de Ceuta. Así, la morosidad
en la Ciudad Autónoma, con un volumen de población en torno
a los 83.000 habitantes, supondría que cada ceutí adeudaría
971 euros, mientras que la deuda de cada madrileño se
situaría en los 311 euros.
El mayor porcentaje de los acreedores del ayuntamiento ceutí
son pymes y autónomos locales, por lo que el oxígeno
financiero les vendrá muy bien para salir de la situación de
ahogo en la que se encuentra un número significativo. Si
bien, algunas pymes y autónomos ya han tenido que cerrar
como consecuencia de la falta de pago por parte del
ayuntamiento.
Pero además de la deuda con los proveedores, la Ciudad
mantiene préstamos a largo plazo por una cuantía de 129
millones de euros. Deudas a largo plazo que se verán
incrementadas con las que tienen su periodificación a partir
del ejercicio económico actual.
Los próximos meses y años no serán fáciles para los ceutíes,
sabemos que hemos de afrontar un panorama poco alentador,
pero necesitamos tener gestores, al menos eficaces, al
frente de una institución como es el ayuntamiento. En un
escenario así, entrar en conflictos de intereses con los
propios trabajadores, precisamente no es un buen camino.
Tomar decisiones que castigan duramente a muchas familias,
tampoco.
La falta de gestión política competente ha llevado a la
Ciudad Autónoma de Ceuta a una situación financiera
sensiblemente delicada, cuya culminación ha resultado ser
hipotecar el futuro de nuevas generaciones de ceutíes.
Desde el PSOE de Ceuta pensamos que, dado el contexto
económico local, el rol de una institución pública como es
el ayuntamiento, debe pasar por implementar políticas reales
de austeridad, de reducción del gasto superfluo no
productivo, y de políticas facilitadoras de la economía
real, la cual necesita de un catalizador para arrancar con
fuerza, y ese impulso inicial puede y debe dárselo la misma
institución.
Por tanto, parte del ahorro derivado de la reducción del
gasto superfluo debería aprovecharse para dinamizar la
economía a través de programas de inversiones selectivas,
generadores de empleo, porque de lo contrario las cifras del
paro seguirán aumentando de forma alarmante.
*DELEGADO DE IDEAS Y PROGRAMAS PSOE DE CEUTA
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