Primero porque una huelga hoy no
aporta nada positivo y agrava más la situación y, en segundo
lugar, porque este juego, además de por los sindicatos de
clase, viene avalado por otros que no han sabido actuar
cuando tenían responsabilidades de gobierno y ahora
pretenden gastar la imagen de los que gobiernan, pero que en
esos que estuvieron y no están lo que se pretende es que la
gente se olvide de sus actuaciones, pocas veces, positivas.
Los sindicatos, especialmente los de clase, ya se han
manifestado y acaban de demostrar que son unos paniaguados
de las izquierdas más radicales, que pretenden únicamente el
revuelo por el revuelo.
La convocatoria de paro general, a lo que no me voy a sumar,
de 24 horas, se ha registrado ya por los secretarios
generales de CCOO y de UGT, malejos alipendes.
En la jornada del viernes, Fernández Toxo y Cándido Méndez
registraron la convocatoria de huelga general para el 29 de
marzo.
Ni los cien días de cortesía han concedido estos
impresentables al Gobierno de Rajoy para que pudiera empezar
a trabajar en orden.
Y es que eso es lo que no interesa a los sindicatos, la
palabra trabajar, de la que hacen un uso demagógico, en vez
de usar “holgar” que es lo que les va en sus actuaciones.
A partir de ahora, ya lo sabemos, hasta el día 29 de este
mismo mes, los sindicatos UGT y CCOO pretenden que España no
trabaje y ese coste, porque esa jornada de huelga tiene un
coste, habrá que sanearlo, lo primero, creo yo, con fondos
de las subvenciones que desde el Gobierno llegan a los
sindicatos.
El viernes comenzó la cuenta atrás para una protesta de los
sindicatos, no del resto del pueblo español, pero eso sí,
los sindicatos “muy dignos ellos” han insistido al Gobierno
que aún hay tiempo para abrir una mesa de negociación que
evite la huelga.
Toxo y Méndez parece que lo tienen muy claro:”que España no
trabaje”, y podemos llegar así a la octava huelga general
convocada en España durante toda la etapa democrática y,
curiosamente, en todas las demás no se logró nada, si acaso
algún destrozo de ciertos gamberros de los que actuaron en
los piquetes.
Y ahora, ya se sabe, la canción de siempre, los preparativos
de banderas y la satisfacción, por parte de los sindicatos,
de ver como una parte de la población española, el día 29 de
marzo, va a hacer lo que hacen ellos a lo largo de los meses
NADA.
Tanto los “cocos” como los “ugeteros” lo tienen bien
estudiado, el alboroto disfraza la incapacidad sindical para
abordar los principales asuntos con métodos actuales, no con
actuaciones añejas de comienzos del siglo XX.
Y la canción es la de siempre, que ellos quieren estar donde
no les corresponde, porque su representación y afiliación es
más baja que la de cualquier grupo político de los que no
tienen representación alguna.
Para Méndez, ante la negativa del Gobierno a abrir una mesa
de negociación tripartita con ellos –faltaría más- y los
empresarios para corregir la reforma, no les ha quedado otro
remedio que convocar una huelga y como cogidos de la mano,
Toxo ha insistido en que esa actitud del Gobierno ha hecho
que se presentara como inevitable esta huelga.
Yo no estoy de acuerdo, ni con esta ni con cualquier otra
huelga general, esté quien esté en el Gobierno y, por tanto,
ese día para mí será un día de trabajo igual que el 28, por
ejemplo. Huelga general ni pensarlo.
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