Me echo abajo de la cama pensando
ya en qué dirán los periódicos para elegir el tema del cual
opinar, y adaptarlo a la tierra, es decir, a nuestro
territorio local, procurando no poner de los nervios a
quienes mandan. No olvidemos que fue Cela el que dijo
que quienes escriben han de estar a partir un piñón con los
que manejan los dineros. Así que mucho cuidado lleven
ustedes con tocarles los dídimos a quien parte el bacalao en
el Ayuntamiento. La mayor empresa de esta ciudad.
Sí, es verdad que la empresa municipal pasa por momentos
difíciles; pero, aun así, sigue siendo el centro económico
de una Ceuta que depende mucho de sus gobernantes. Y, más
que de sus gobernantes, me atrevo a decir que de quien está
al frente de ellos. Que nunca suele dar puntada sin hilo.
Si bien de vez en cuando, dado que el hombre no puede estar
en todo, algún consejero se le desmadra y se pone a largar
en los medios con el fin de que se sepa lo mucho que manda.
Y, claro, mientras larga y larga no se da cuenta de que está
metiendo la pata hasta el corvejón.
Es lo que le ocurrió, el jueves pasado, a Susana Román
Bernet, consejera de Juventud, Deporte y Menores, que
empezó a darle a la lengua y se sintió tan segura de cuanto
estaba diciendo y tan importante, que perdió el oremus. Así
que me vi obligado a decirle, por el bien de Vivas, que
necesitaba ser más prudente, más precavida, menos dada a
propalar asuntos que deben resolverse entre bastidores.
Y lo hice sintiéndolo mucho. Puesto que a esta muchacha,
tanto cuando era deportista destacada, como cuando
perteneció al GIL, y ya no digamos nada de su paso por el
ICD, siempre le tuve ley y hasta creo recordar que la
defendí en momentos donde su estancia en el organismo
deportivo no era la más agradable. Vamos, que no dudé en
hacerle el artículo a fin de que la dejaran en paz cuantos
la asediaban con problemas a granel.
Y lo hice sin saber que la directiva de la Asociación
Deportiva Ceuta iba a responderle a la consejera diciéndole
que “Peor que mentir es callar la verdad”. Esa verdad que
ella se guardó muy bien de contarle a los medios con los que
se despachó a gusto. Tratando de poner a los directivos del
club entre la espada y la pared.
Susana Román Bernet lleva ya mucho tiempo participando en la
política activa. Pues comenzó con el GIL y, desde entonces,
no ha dejado de ocupar cargos y mantener despachos. Y, dado
que siempre ha dado pruebas de ser persona despierta, no
tengo la menor duda de que sus declaraciones, días atrás, no
fueron meditadas. Cosa rara en una muchacha baqueteada en la
lucha a florete.
Por consiguiente, el tema del día es la carta que se ha
publicado de los directivos del primer equipo de la ciudad
en la que explican de manera pormenorizada todo lo
relacionado con las subvenciones de la ciudad. Y, en vista
de ello, yo he creído conveniente opinar al respecto. Sin
acritud. Sin cebarme con la consejera. Faltaría más.
Aunque me imagino que al presidente de la Ciudad,
conociéndole, poca gracia debió de hacerle las declaraciones
a los medios de la consejera de Juventud, Deporte y Menores,
Susana Román. Porque fueron desafortunadas. Nadie es
perfecto. Así que pelillos a la mar.
|