Las amistades contraídas en el colegio durante la época
estudiantil suelen ser las de mayor arraigo entre las
personas. Prueba de ello fue el reencuentro celebrado ayer
por aproximadamente una treintena de antiguos alumnos de la
promoción ‘65 del colegio San Agustín que volvieron a
encontrarse, 30 años después, para recordar aquellos
maravillosos años.
Alrededor de una treintena de ex alumnos del colegio San
Agustín, de la promoción del ‘65, se reecontraron ayer
después de aproximadamente 30 años. Con más canas, más peso
y alguna que otra arruga más también, todos estos alumnos
volvieron a reunirse con la ilusión y la alegría que provoca
poder charlar de nuevo con esos compañeros que durante
tantos años compartieron aulas, recreos y en definitiva
todas las vivencias y experiencias enriquecedoras que deja
la época estudiantil.
Hoy por hoy gracias a las múltiples redes sociales como
‘facebook’ o ‘twiter’ encontrar a ese compañero del que
nunca más se supo tras acabar los estudios no es difícil y
propicia cada vez más estos entrañables reencuentros.
Como no podía ser de otra manera el primer punto de
encuentro fue el centro en el que cursaron sus estudios y
afianzaron los pilares de los hombres que hoy son. Así, a
las 12.00 horas comenzaban a llegar ante las puertas del San
Agustín, que se abrían especialmente para que aquellos
recuerdos que con el paso del tiempo habían quedado un poco
olvidados fueran desempolvados y cobraran el brillo y el
colorido de hace treinta años.
“Aquí estaba la fuente en la que nos empujábamos para
intentar beber antes que el compañero; y ahí está todavía la
campaña que hacía sonar de forma puntual don Ricardo y don
Alonso para anunciar el fin del recreo; ahí estaba la
capilla y ahora es un gimnasio”, todos tenían algo que
decir, algo que recordar y a la memoria llegaban infinidad
de imágenes de aquellos años así como simpáticas y
divertidas anécdotas. Junto a estos alumnos no podían faltar
dos de sus profesores, ya jubilados, don Manuel Rincón y don
Adolfo Muñiz, quienes pese a los años transcurridos
reconocieron al instante a cada uno de los alumnos
congregados.
Tras esos momentos en el colegio San Agustín, la reunión
continuó en el parador ‘La Muralla’, donde sentados ante una
buena mesa pudieron seguir, no sólo recordando aquellos
maravillosos años sino también conociendo algo más de la
situación actual de cada uno de ellos.
El feliz reencuentro concluyó con el compromiso de volverlo
a repetir en años venideros con el propósito de no perder el
contacto y continuar con esa amistad encontrada entre las
paredes del colegio San Agustín.
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