Como no coincidimos en el
calendario últimamente, me atrevo a preguntarte si estarás
aquí en primavera, porque quiero ver ondear tus brazos
juguetones entre las flores del campo, ahora que rompe con
júbilo la tierra, que de sujetar el talle de tu blusa
jaspeada ya me encargo yo.
Como no puedo verte de frente, me resigno a escribirte. Como
si puedo oirte, me relajo escuchándote. De tus labios me
llegan los sonidos de tus melodiosas palabras, ¡que son casi
como besos..! Esto es en esencia tu voz, al que acompaña la
risa de continuo. Tu risa formidable, contagiosa, que da
vida, que es regalo para mis tímpanos. Puritita risa que
sale tumultuosa de lo más profundo de tu corazón. El que me
conquista.
Eres risa, eres ilusión, eres un bombón. Como donas
sonrisas, recibes agradecimientos. Como regalas alegrías, te
ves sorprendida con sentimientos. No hay defensa contra la
risa. Así tu foto va siempre conmigo. De por vida.
Acá brama el mar, cuyas bravas olas soplan velas para
acercarte a mi. Allá brilla el sol, cuyo secano languidece
de sueños cálidos y arrebatadores. Acá la ilusión se
silencia por la lejanía; allá la esperanza la aviva cierto
cotorreo, ¿eres tú pajarraca?
Como no sé si podré superar no escucharte un día más, me
conformo con apresar la mirada de tus ojos de felino; me
conformo con acechar mil y un besos de tus labios de
guerrera inca; y me conformo, que remedio, con robar de tu
pecho ardiente ese corazón rebosante de pasión. Esto pueda
que sea pasajero. Algo así como sentimientos que vuelan, que
vienen y van. De continente a continente. Y tiro porque me
toca.
Como en una montaña rusa emocional, llena de altibajos por
igual, vagas en el cubilete rumiando la soledad de pareja
abriéndote al amor de nuevo, ¿qué te está pasando, risa,
acaso estás perdiendo el uso de la razón?
Cada día se aprende una lección, si se quiere, pues en cada
suspiro de enamorada no cabe la marcha atrás, porque si el
latido no se acelera ahí estas tú, y tu risa, para
espabilarle a uno el corazón.
El querer lo es todo en esta vida. Mi primer amor fue el de
Madre, que lo es para siempre. El último, es el que te
profeso a ti con dedicación, risa.
Hay nuevos soles brillantes y seductores como armas de
mujer, a la que busco como el explorador que ansía descubrir
la aventura apasionante entre los tesoros escondidos de tu
anatomía, que sube y baja como la bolsa en el incierto
parqué. Como bruja que eres, aguardas astuta la llegada del
amor así te llegue volando de noche y en silencio sobre los
tejados y por los cielos rasos bajo la luna que sonríe, cómo
no, al igual que tu rostro iluminado.
Y sí, lo mejor de este artículo no son las palabras, que
también, sino la sonrisa que te arranca al pensar que quien
te lo manda, se acuerda de ti: Risa
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