El secretario de Acción Sindical de la UGT, Toni Ferrer,
pidió ayer al Gobierno central que abandone “la imposición y
el autoritarismo” y que se implique en la negociación para
no permitir que España sufra “un retroceso” histórico. En
una rueda de prensa ofrecida ayer en la sede de UGT, donde
participó en el Consejo Regional de la UGT, Toni Ferrer
lamentó que el Gobierno esté “utilizando” las dificultades
actuales para “acabar con las normas de convivencia”.
La sede de UGT acogió ayer la visita de su secretario de
Acción Sindical, Toni Ferrer, quien tras la presentación
realizada por el secretario general de UGT-Ceuta, Antonio
Gil, desgranó los aspectos más duros de la reforma laboral
presentada por el Gobierno de la Nación. A este respecto, el
dirigente sindical ha entendido como otro “acto de
autoritarismo” la publicación ayer en el BOE de una orden
ministerial sobre el desarrollo de los ERE y las causas del
despido.
“Ayer tuvimos una reunión con la secretaria de Estado de
Empleo y ni se nos informó de que habían enviado el 8 de
marzo esta orden ministerial”, ha puntualizado. Toni Ferrer
ha lamentado las consecuencias negativas de la reforma
laboral promovida por el Gobierno “ya que, entre otras
cosas, condena a más de dos millones de personas que no
reciben prestación o subsidio a no tener expectativas de
empleo”.
Ha señalado que la reforma supone un “grave retroceso” en la
igualdad y en la conciliación y que la misma es la “mayor
agresión de los derechos de los trabajadores en 32 años” que
se produce “por la política obsesiva del ajuste y el recorte
para cumplir los objetivos del déficit”. En su opinión, el
Gobierno “rectificar” e implicarse en negociar “y no
justificar lo injustificable” para que la salida de la
crisis “no sea desmantelando el estado de bienestar”.
Ha entendido que España se encuentra en un momento “crucial”
porque puede “retroceder” en la historia, “por lo que
debemos intentar vencer el miedo aunque estamos en manos de
quién ha provocado la crisis, es decir, del sistema
financiero y hemos entrado en recesión”, ha añadido. Con
respeco a la huelga general convocada para el próximo 29 de
marzo, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer,
dijo que no es “un fin” sino un medio para recuperar la
negociación con el Gobierno, al que ha pedido que no
produzca una situación de “crispación y conflicto”.
En declaraciones a los periodistas en Ceuta, Ferrer ha
declarado que la movilización acordada por UGT y CCOO “se
produce porque si no hay proceso de negociación hay que
profundizar en la movilización”. El dirigente sindical ha
dicho: “la actual situación de dificultad que atraviesa
España y que viene agravada por la entrada en recesión de la
zona euro, creemos que el objetivo del empleo debería ser el
centro”. Por este motivo, entiende que “si el Gobierno
persiste con políticas agresivas para los derechos de los
trabajadores la huelga del 29 tendrá continuidad que
tendremos que definir”.
Ha advertido de que los sindicatos esperan que sea “una
huelga masivamente respaldada por todos los trabajadores
pero no sólo por los que tienen empleo sino por los
desempleados, por los jóvenes a los que se les está
secuestrando su futuro, por las mujeres y por los
pensionistas”.
Ha explicado que en 2002 “hubo una huelga general el 20 de
junio, el Gobierno no quiso rectificar, esa huelga supuso la
dimisión de cinco ministros y en octubre el Gobierno tuvo
que rectificar en ese terreno y los sindicatos mantuvimos la
tensión y las movilizaciones”.
La situación actual “es muchísimo más grave que hace diez
años” y por este motivo ha apelado a la responsabilidad del
Gobierno “para que no someta a este país a una situación de
crispación y de conflicto, lo cual sería una situación no
deseable”.
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