El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez,
se reunió ayer en Madrid con el secretario general de
Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, para tratar la
marcha de las actuaciones en la futura prisión de Fuerte
Mendizábal además de la situación del centro de Los Rosales.
El delegado anunció que está previsto que las obras de la
nueva cárcel estén finalizadas “a dos años vista”. El
objetivo es “solventar los problemas” antes de que lleguen,
como el caso del personal.
El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez,
se reunió ayer con el secretario general de Instituciones
Penintenciarias, Ángel Yuste, para tratar la marcha de las
actuaciones de la futura prisión de Fuerte Mendizábal y la
situación del centro penintenciario de Los Rosales. González
Pérez explicó ayer que Yuste se mostró comprensivo con las
necesidades de la ciudad en este sentido. Está previsto que
las obras de la prisión de Fuerte Mendizábal estén
finalizadas “a dos años vista, más o menos”.
En primer lugar, en la reunión se abordó la planificación de
la nueva prisión porque “se presentan dificultades
importantes” en la nueva infraestructura ya que “va a
necesitar muchísimo más personal” -alrededor de 400 empleos
directos tal y como se anunció cuando se presentó el
proyecto el pasado 25 de junio de 2009-.
En cuanto a la puesta en marcha de la nueva cárcel, González
Pérez pretende que estos “problemas” se solventen “antes de
que lleguen, es decir, anticiparse a cualquier circunstancia
que pudiera generar ‘parones’ en diferentes asuntos”, de
forma “independiente” a que las obras “sigan su cauce”. En
este sentido, el delegado anunció que “podría haber algún
tipo de modificación mínima para adecuar varias situaciones
que son modificables”, aunque aseguró que no son cuestiones
de gran trascendencia para el futuro funcionamiento.
“Habrá que ver si se dispone de capacidad para abrirla
entera o por módulos o plazos”. “Eso dependerá de muchísimas
circunstancias”, por ejemplo, de personal ya que
“lógicamente hay que abrir oposiciones a Instituciones
Penintenciarias y este es un tema que habrá que ir
planificando para cuando llegue el momento”. En el caso de
que la cárcel se abra por módulos, el objetivo es “disponer
de ese personal para abrirla de forma paulatina si llega el
caso de que se abre de esta forma”, concluyó el
representante del Ejecutivo nacional en Ceuta.
Un total de 800 celdas
“Como una pequeña ciudad” con todos los servicios. Así
describía en junio de 2009, la jefa del departamento de
diseño de la SIEP, la nueva prisión proyectada para Ceuta,
la cual contará con 800 celdas dobles y un Centro de
Inserción Social (CIS) para internos en tercer grado, con 50
habitaciones dobles. El centro penitenciario, que responde
al nuevo modelo de tratamiento de los penados, volcado en su
reeducación y reinserción, tal como se subrayó en su momento
desde Instituciones Penintenciarias, se constituye como un
núcleo urbano con una urbanización en módulos o edificios
que lo dotan “de mayor operatividad y seguridad”.
La prisión estará formada por 12 pequeños centros
residenciales con servicios culturales, sanitarios,
deportivos, productivos y comunitarios. En estas obras se
están invirtiendo un total de 120 millones de euros.
Saturación en Los Rosales
Por otro lado, en el encuentro también se trató la situación
de “sobresaturación” que se vive en la prisión de Los
Rosales, asunto por el que Yuste también se mostró
interesado.
El máximo representante del Gobierno central en la ciudad
también quiso destacar que el encuentro había ido “bien” ya
que Yuste “es un viejo amigo”. “Se da la casualidad de que
ahora tengo muchos amigos que tienen también
responsabilidades en el Gobierno y la conversación fue muy
fluida”, comentó ayer a este diario. Yuste, que ya fue
secretario general de este área en el Gobierno de José María
Aznar, “conoce perfectamente este asunto”. “Esto facilita
muchísimo que una persona como él entienda las coas que se
pongan encima de la mesa para ir acometiendo la situación”.
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