No sé si será, también, por la
crisis, aunque más bien creo que se debe a otra crisis, a la
de juego y a la de resultados del equipo ceutí, a lo largo
de los últimos meses.
Con todo, y esto hay que tenerlo en cuenta, poco lejos puede
llegar este equipo y cualquier otro, cuando no tenga un
apoyo que le esté arropando a lo largo de la temporada y
aquí, con poco más de 500 personas los días que más, en vez
de arropar al equipo, lo que están haciendo es tirar de la
manta y quitársela definitivamente.
Ya es significativo que, por no ir, desde hace varios,
bastantes partidos, no vaya al palco ni el presidente de la
Ciudad que siempre, con buenos o con regulares resultados,
ha sido uno de los seguidores que nunca faltaba.
Por este camino parece que lo que está sucediendo es que se
está forjando la marcha para la desaparición del primer
equipo de la ciudad y dar paso a ..., no sabemos qué, pero
no a fútbol de mayor categoría.
Y que sea el propio Alfonso Murube el que se va a exponer a
una modificación, comenzando por lo que mejor ha tenido
siempre, como es su césped, nos está diciendo que aquí se ha
decidido ya no contar a corto, a medio o a largo plazo con
nada que signifique fútbol de superior categoría a la que
hay ahora y, posiblemente, ni siquiera eso. Es a donde
estamos llegando.
Unas cosas vienen sucediéndose tras otras, y si bien es
cierto que ahora el público es muy poco, no menos cierto es
que cuando llegue esa otra situación nos tendremos que
conformar con ver lo de la televisión porque en eso, como
desde hace años en lo relativo a los toros, aquí en Ceuta no
tendremos nada que hacer.
La segunda B es poca cosa y a esa categoría es a la que,
desde hace más de 30 años, se ha tenido que limitar la
afición de Ceuta, las demás aspiraciones han fracasado,
siempre que se estaba cerca, incluso con lo que, en su día,
se invirtió mucho, pero mal invertido y sin el orden
necesario.
Ahora, aunque sea un título menor, se está a las puertas de
poder llegar a la final de la Copa de la Federación y no
parece que eso, tampoco, tenga un gran tirón, por cuanto en
el último encuentro de esa competición que se jugó aquí,
ante el Lemona, incluso con las puertas abiertas, no
asistieron ni doscientas personas.
La temporada ha pasado ya el ecuador hace bastantes
jornadas, el final de la competición se va acercando y en lo
que pensamos ahora es en si para el año que viene esto
seguirá como hasta ahora o si ya con las arcas vacías en la
santa casa madre se dirá que no hay fondos y con ello la
segunda B desaparecería de Ceuta.
Esto sería el último y total estoconazo a una situación que
se viene fraguando desde el organismo que más debiera
preocuparse por el fútbol de Ceuta, desde donde no es que se
intente hacer borrón y cuenta nueva, pero desde donde
tampoco hay una ilusión desmedida por el primer equipo de
Ceuta.
Perder lo poco que hay nos fastidiaría mucho, como no nos
agrada demasiado que los primeros “espadas” de la política o
del propio fútbol no sean los primeros en estar en el palco,
cuando juega el primer equipo de la ciudad. Y no estoy
diciendo que estuvieran en los graderíos, como un aficionado
cualquiera, estoy hablando del palco que es un poco más
cómodo de lo que son los graderíos o las simples cabinas de
la prensa, por poner ejemplos claros de lugares a los que sí
acuden algunas personas.
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