LUNES 5.
Leo con enorme satisfacción que Concha García Campoy
se está recuperando de su leucemia a pasos agigantados. Pues
bien, tan buena noticia me hace mirar hacia atrás, hacia los
setenta, cuando yo entrenaba a la Sociedad Deportiva Ibiza y
Concha era una adolescente a la que yo solía ver cuando me
tocaba ir a radio Ibiza para ser entrevistado. Ya que la
extraordinaria periodista andaba casi siempre, en sus ratos
libres de colegio, practicando en aquella emisora de la
Cadena COPE ibicenca. De la cual salió hecha una mujer y una
estrella de la información televisada. Era aquella una Ibiza
donde comenzaba el nudismo que era castigado con una multa y
el resguardo de ésta le servía a los penalizados para
continuar en la playa de las Salinas en pelota picada. Una
Ibiza en la que Abel Matutes dominaba el cotarro y
los hippies se hacían notar por todos los sitios. Una isla
en la que uno podía compartir mesa y tertulia con Ursula
Andress en la terraza de Montesol o en la de Casa
Alfredo, ambas situadas en el Paseo Vara del Rey. Una
Ursula, sex symbol de la época, cuyo cuerpazo dio vida al
biquini. Una Ibiza en la cual costaba mucho dinero
frecuentarla y en la que yo vivía a cuerpo de rey por ganar
muy buenos dineros en aquellos momentos. En fin, que voy a
cortar, porque si no me enrollo y se me olvida desearle lo
mejor a Concha García Campoy.
Martes. 6
Los comentarios en la calle se suceden acerca de cómo los
funcionarios municipales están poniendo a Juan Vivas
entre la espada y la pared. Porque se niegan a que se les
recorte todo lo que ha anunciado el gobierno que se dispone
a recortarles. Y las opiniones, como no podían ser de otra
manera, van aflorando y hay algunas que son de un
tremendismo que uno no quisiera verse en la situación del
alcalde. Pero ya lo dijo Tierno Galván: “El poder es
como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla”. De
modo que a Vivas no le queda más remedio que, tras vivir
días de vino y rosas, lidiar a un toro emplazado y que tiene
pocos pases. Y es que los funcionarios, cuando se les ha
hablado de tocarle los bolsillos, tienen en la mente la idea
fija de que hay muchos políticos ocupando cargos
innecesarios y llevándose una pasta gansa, que son los más
indicados para reducir gastos. Y, desde luego, no están
exentos de razón. Si bien no todos los funcionarios que
abroncan a Vivas están legitimados para hacerlo. Por
incumplimiento de sus funciones. Pero esa es ya harina de
otro costal, menuda. Lo que no tiene vuelta de hoja es que a
partir de ahora el presidente deberá acabar con
nombramientos innecesarios y premiados, por ejemplo, con
cinco mil euros mensuales. Lo cual no deja de ser vergonzoso
e inmoral en cualquier época. Y qué decir en los tiempos que
corren. Pues eso…
Miércoles. 7
Me toca hacer de cicerone con una familia que ha venido a
Ceuta. Es la visita de cada año, por estas fechas, para
disfrutarla. Por tal motivo, permanezco en la calle más
horas de las que suelo estar. Y cuando llego a casa me
encuentro con varias llamadas en la memoria del teléfono.
Una de ellas es de María Antonia Palomo. La Jefa del
Área de Menores. Y dado que mis relaciones con ella han sido
siempre muy buenas, la llamo inmediatamente. Y allá que se
pone al aparato quien fuera secretaria general de los
socialistas y ahora está liderando la batalla de los
funcionarios municipales contra el gobierno local. A María
Antonia, mi buena amiga, le ha sentado mal que yo la haya
tachado de frustrada. Vamos, de no haberse cumplido sus
deseos de ser alcaldesa y quedarse, solamente, en Premio
María de Eza. Premio merecido y al que yo me sumé haciéndole
el artículo conveniente. A lo que iba, que pegamos la hebra
durante casi una hora y, al final, como no podía ser de otra
forma, María Antonia y yo fumamos la pipa de la paz y nos
deseamos lo mejor. Con personas así, créanme, la vida de
quienes escribimos es mucho más fácil. Un beso, MA.
Jueves. 8
Antonio Gil Mellado, secretario general de la Unión
General de Trabajadores, sabe muy bien que siempre ha gozado
de mis simpatías y, por supuesto, en este periódico se le ha
tratado siempre la mar de bien. Porque hemos reconocido que
su proceder cual sindicalista ha estado exento de salidas de
tono. Es decir, que no es persona a la que le agrade
disparatar por sistema. Hasta el punto de que lo tenemos
calificado como dirigente moderado, dialogante y nada dado a
hacer declaraciones altisonantes para darse pote en los
medios. Pues él sabe muy bien lo negativo que resulta hacer
unas declaraciones en las que se deje a una empresa expuesta
a las murmuraciones. Por tal motivo, las que se han hecho de
‘El Pueblo de Ceuta’, por parte de UGT, relacionadas con el
impago de las nóminas a sus trabajadores, ha supuesto para
esta Casa un varapalo inmerecido. Máxime cuando UGT ha
permanecido en silencio ante la denuncia de ciertos
trabajadores de otro medio perjudicados por un ERE que está
repleto de irregularidades. ¡Qué pena, Antonio; Antonio Gil
Mellado!
Viernes. 9
Nunca antes, hasta hoy, me había dado por adentrarme en
‘Factory Casa Ros’. Unos grandes almacenes a los que he ido
para comprarme unas zapatillas muy modernas. De las que
hacen posible que el caminar sea doblemente agradable. Y
cuando estaba mirando la cantidad de artículos que allí se
meten por los ojos, se ha acercado a mí Juan López;
persona a la que conozco yo desde hace ya la tira de años y
que está al frente del establecimiento. Y hemos recordado
tiempos pasados, mientras observaba que no dejaba de entrar
gente en tan extraordinario comercio. De pronto, tres de las
chicas que se desviven por atender a los clientes, me han
dicho que me conocen mucho. Una de ellas, que estuvo
trabajando en la Cafetería Real, es la que me hace el
artículo. La que le dice a las otras, que son lectoras de
este periódico, que siempre fui cliente muy estimado por los
empleados de la cafetería mencionada. Las empleadas se
llaman Nora, Isabel y Lorena. Tres mujeres a las que
yo he querido que pasen a formar parte de la hemeroteca del
periódico que ellas leen todos los días y fiestas de
guardar.
Sábado. 10
De Pepe Bravo me he acordado hoy, cuando me he puesto
a conversar con su sobrina y el marido de ésta; matrimonio
al que no veía desde hacía mucho tiempo. Y les he dicho lo
que ellos ya sabían: que mi amistad con Pepe fue corta pero
de verdad. En 1982, recién llegado yo a esta ciudad, como
entrenador, Pepe quiso conocerme, debido a que le había
hablado Ventura Martínez, amigo de él y mío, muy bien
de mí. En principio, y no sé por qué motivo, la cosa no
cuajó. Tal vez porque Bravo era muy especial o bien porque
yo no estaba en ese momento en las mejores condiciones para
hacer amigos. Mas hubo una segunda oportunidad. Y a fe que
la aprovechamos. Ocurrió que la Agrupación Deportiva Ceuta
jugaba en Badajoz y PB me pidió viajar con el equipo. De
modo que las horas de viaje, y la estancia en la capital
pacense, hicieron posible nuestro entendimiento. Recuerdo
que aquel día ganamos en El Vivero y que Rafa,
futbolista ceutí nunca valorado, anuló a Herrera:
actual entrenador del Celta de Vigo y futbolista clave en
aquel buen equipo extremeño. A partir de entonces, Bravo,
quien fuera siete años figura en el Barcelona, y yo nos
vimos frecuentemente para charlar de cuanto se encartara.
Era Pepe un tipo culto, por ser muy leído y por haber vivido
muchísimo. Un día coincidí con Domingo Balmanya en un
hotel de Barcelona del que era propietario con Miró,
y me habló mucho y bien del jugador ceutí. Y hasta me contó
anécdotas de Bravo que describían perfectamente cómo era el
carácter del pequeño extremo en el terreno de juego. Pocos
días antes de su fallecimiento, Pepe me recibió en su casa y
tuve la oportunidad de despedirme de un gran hombre.
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