Los políticos son servidores
públicos, como los funcionarios, aunque con unas
responsabilidades y una representatividad directa que les
obliga a dar ejemplo. La honradez se les suponen, y al que
deja de suponérsele hay que expulsarlo de la política sin
ambages y sin rodeos. A los funcionarios que den muestras de
dejadez en sus funciones, conviene amonestarlos severamente.
De la misma manera que existe una derecha que impide que
exista en España una derecha moderna, europea, también
existe una izquierda anclada en planteamientos caducos que
no miran hacia delante. Hoy, sin duda alguna, se verán los
dos extremos.
Resolver una crisis siempre es difícil. Enfrentarse a la
actual es una proeza. De modo que dentro de un año veremos a
Mariano Rajoy con tantas arrugas en la cara como
parados haya. Los expertos llaman a semejante situación la
tormenta perfecta, con todos los activos en plena
ebullición. Esperemos que no se lleve por delante al
presidente del Gobierno.
Juan Vivas ha estado, días atrás, en Madrid para
entrevistarse con el Secretario de Estado de
Administraciones Públicas, Betetas, y le ha sacado 29
millones extras. Y lo ha hecho empleando la astucia del buen
pescador. Que es la siguiente: cuando tienes la presa
enganchada, primero tiras un poco, luego afloja el sedal,
luego vuelves a tirar, finalmente la cansas, la vence y la
sacas del agua. Vivas es capaz de convencer al mismísimo
lucero del alba. Lo que no entiendo es cómo no lo hizo con
Rodrigo Rato.
La amistad es a veces una relación desinteresada. Me
gustaría saber cuántos amigos tiene actualmente el
presidente de la Ciudad. De preguntárselo, seguramente me
respondería que él sigue creyendo en el hombre a pesar de
ser el animal más siniestro. Vivas es así.
“Los obreros se casan con una ligereza inexcusable y sin
preocuparse por el porvenir de sus hijos”. Lo decía
Malthus. El cual no se cansaba de repetir “que los
pobres no tienen derecho alguno”. Malthus era economista,
demógrafo, escritor, sacerdote y, naturalmente, muy
selectivo. Por lo que ya mismo puede aparecer un
fundamentalista de la cosa vendiendo el mismo producto.
De momento, ha sido el presidente de Mercadona, el
valenciano Roig, quien ha salido a la palestra para
decirnos que debemos trabajar como chinos para vivir como
españoles. La vida es tan corta y el oficio de vivir tan
difícil, que cuando uno empieza a aprender, gracias a Roig,
tiene que morirse.
Los políticos son como niños. Ser como niños, tener la
ilusión de los chavales no es malo. El problema es si luego
tienen lo que se llama una pataleta. La ilusión de
Francisco Antonio González es mucha. Pero debería contar
hasta diez antes de expresarla. Espero que el delegado del
Gobierno acepte el consejo.
Dicen que la miseria es la senda de la vileza. Dado que los
parados cada vez son más, y más las personas que acuden a
Cáritas, mucho me temo que todos los caminos se llenen de
personas dispuestas a saltar a la primera de cambio. La mala
leche será tónica casi generalizada.
Manifestación. Si en Ceuta, debido al descontento de los
funcionarios municipales, los sindicatos no consiguen hoy
una masiva afluencia, es que siguen estando de capa caída.
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