Mi hijo pequeño, que va creciendo
conforme a las reglas de la naturaleza a mi pesar, suele
coleccionar todo objeto relacionado con “Los increíbles”,
serie de películas con dibujos ‘renderizados’ y con la
infantil idea de ser un ‘increíble’ algún día.
Para cierto personaje que, lamentablemente, está unido a la
prensa no le hace falta coleccionar ninguna clase de objetos
relacionados con esa serie porque él mismo resulta ser un
‘increíble’ de tomo y lomo.
Las imágenes que pude observar en el telediario me dejaron
pasmado.
Que la policía cargue exageradamente contra activistas, ya
es una constante en las noticias cuando quienes nos
gobiernan son de derechas.
Pero que todo un presidente de la Asociación de la Prensa de
Granada cargue contra una sola activista me parece una
aberración visual digna de ‘Historias para no dormir’
El gesto, sólo el gesto de levantarse de la mesa
presidencial y avanzar hacia la activista ya está registrado
con el signo de la desaprobación generalizada, pero si
encima, mientras recorre los escasos metros que lo separa de
la activista, se saca el cinturón…
Ignoro si tendrá hijos y/o hijas pero lo que se no se puede
ignorar es que esa acción la habrá realizado innumerables
veces, a juzgar por la destreza que hace gala en sacarlo y
preparar el disparo de manera tan ‘profesional’.
No sé si este personaje, Antonio Mora, se habrá escapado de
las páginas de alguna novela de Pio Baroja.
Resulta increíble, a pesar de la evidencia, que existan
personajes que pierden papeles y se rebajan tanto en su
condición como quienes son representados por las activistas.
Sabemos de sobra cómo son los musulmanes respecto a las
mujeres, cómo las maltratan aún hoy en día –ejemplo: el imán
de Terrassa (Barcelona) que exhorta a sus fieles a corregir
a las mujeres con violencia- pero ignoraba que aún existan
elementos carpetovetónicos ‘de clase alta’ capaces de
realizar gestos condenables.
No sé, tampoco, si la influencia de la derecha en el poder
nacional haya abierto la espita de la bombona machista de
ese hombre.
¿Acaso la Asociación de la Prensa de Granada carece de
vocales?, con haber mandado a uno que hiciera salir,
educadamente, a la activista lo habría resuelto y no habría
tenido la necesidad de escribir una carta presentando su
dimisión.
Pero, malamente para él, ha quedado retratado para la
posteridad como el salvaje que es, por muy elegantemente que
vista.
Imagen que me trae al recuerdo otras imágenes de otras
épocas.
Aunque realmente no estoy de acuerdo con que dimita. Su
arrepentimiento es suficiente y llevará, ahora para siempre,
la estigma de esa acción.
No estoy de acuerdo porque existen otros muchos, muchísimos,
que cometieron, cometen y cometerán cosas peores y que ni
siquiera piden perdón.
Siguen ahí tan campantes, incluidos los llamados “chorizos”.
Aunque verdaderamente seguiré sin comprender esa vena de
salir a la palestra defendiendo países, ciudadanos y
banderas que no son los suyos. Me refiero a esas activistas
pro-palestinas, a no ser que sean enviadas por el imán de
Terrassa y sean, efectivamente, inmigrantes palestinas.
En definitiva, la crisis nos está volviendo paranoicos. Unos
sacando cinturón ante los medios de comunicación y otras
manifestándose por un pan que nunca comerán ni les importan.
Pero esto no es nada comparado con lo que ha hecho la
Federación de Mujeres Progresistas de Andalucía: despiden a
una trabajadora del Centro de Menores… porque está
embarazada.
¿Progresistas? ¿Dónde?
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