La mayoría absoluta conseguida por
el partido en el Gobierno va demostrando poco a poco la
verdadera idiosincrasia de los componentes del mismo.
Camino de una dictadura ‘blanda’, disimulada con gestos de
supuesta democracia y construida a base de eliminar a los
elementos desafectos al régimen de manera pacífica y
civilizada.
Es norma de cualquier régimen dictatorial ir eliminando a
gente competente para situar a quienes le muestra afecto
cuasi palaciego, con lo de ciego por delante.
Eliminan a jueces que no acatan la vía de la sumisión, a las
normas franquistas vigentes pero no demostradas por escrito,
en documentos no representativos de leyes.
Eliminan al cuerpo técnico de investigadores de corrupción
al por mayor y colocan como única jefa a la mayor
representante de esta clase de maniobras, Pilar Valiente,
que durante la época de Aznar fue presidenta de la Comisión
Nacional del Mercado de Valores y que la despidieron por su
actuación en el caso Gescartera.
¿Recuerdan el caso Gescartera?, la entonces presidenta de
esa Comisión favoreció descaradamente a los implicados en
aquel famoso caso.
Ahora, los que están implicados en el caso ‘Gürtel’
respiraran largo, tendido y profundamente.
Por estas cosas han tenido que esperar a que el PP esté en
el gobierno, para:
• Exonerar a Camps y demás implicados en tramas corruptas.
• Expulsar a Garzón y meter miedo con la advertencia que
seguirán el mismo camino aquellos jueces que se atrevan a
tocar temas similares.
• Sustituir a los inspectores y técnicos de Hacienda que
investigan casos de corrupción.
• Acabar con algunos medios de comunicación desafectos al
régimen mediante triquiñuelas dignas de ajedrez sucio, como
la de pedir a los empresarios y entes del poder dinerario
que no acepten publicidad en los medios denostados desde el
Gobierno.
• Manipular la información mediática para reforzar la
supuesta “bondad” del Gobierno en materia socio-laboral.
• Aprobar leyes que perjudica enormemente el acceso a la
cultura y a la educación en beneficio de ambiciones
económicas aberrantes.
Existen muchísimos puntos más que dejo a la consideración de
los lectores y público en general, por cuanto enumerarlos,
con sus correspondientes explicaciones… necesitaría un libro
y no estoy por la labor.
Recordemos sinceramente, con el corazón y el cerebro en la
mano, aunque algunos sigan negándolo o ignorándolo
cínicamente, que el gobierno de Aznar paralizó completa y
prácticamente el funcionamiento de la fiscalía
anticorrupción y ahora el gobierno de Rajoy la está
defenestrando. Sus mensajes están siendo muy claros y sin
tapujos: directos la degüello.
Es normal que cualquier partido que alcance los votos
necesarios para gobernar quite a los cargos del otro partido
que gobernaba… pero los que están quitando no son políticos,
son funcionarios de toda la vida.
Quitan a los responsables de haber destapado la mayor
cantidad de fraudes en la historia del país, con lo que dan
comienzo a la mayor caza de brujas iniciada ceremoniosamente
dentro de los marcos supuestamente legales.
Lamento que vuelvan a convertir a España en un país
garbancero. Por un lado afirman que combatirán el fraude
fiscal y la evasión de capitales con firmeza y por otro lado
destituyen a las personas que investigan eficazmente estos
casos… ¿no es curioso?
NO, señoras y señores, no es curioso. Es descaradamente
cinismo traducido en la desvergonzada frase “me la suda”.
Creo que acabaran legalizando la corrupción -de ellos- por
decreto.
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