José Antonio Carracao instó ayer al presidente Juan Vivas a
salir a la palestra para explicar cuál es la situación
económica de la Ciudad. Además le recomendó adoptar una
“gestión de mínimos” para asegurar el funcionamiento de la
Administración, así como garantizar los puestos de trabajo a
sus empleados.
“No vamos a esperar la ayuda del Estado, que tiene que
ayudarse a si mismo, ni la de Bruselas. Estamos solos”. Así
de fatalista se mostró ayer José Antonio Carracao en la
rueda de prensa que ofreció para instar al Gobierno a
recortar para garantizar la supervivencia de la
Administración y los empleos que genera. Ante la situación,
el socialista pidió “un presidente que diga cuál es la
situación y que afronte esta realidad desde una gestión de
mínimos”.
Carracao ya avisó de que iba a ser “contundente” a la hora
de hablar de la situación económica de Ceuta y entró directo
a matar. Al presidente de la Ciudad le dijo: “Lo primero que
tiene que hacer es salir de detrás de la figura del señor
Márquez, dar la cara y explicarles a los ceutíes cuál es la
situación real de la economía local”. “El Gobierno no puede
continuar en esta situación de negación de la realidad”
criticó.
Para el socialista el origen de esta crisis se centra en “un
problema de liquidez” que ha llevado a un mayor gasto
público, y este a su vez ha derivado “en una necesidad de
mayor contención del gasto” que, según Carracao, lleva a
plantear ”recortes para intentar solucionar la situación”.
Para ello, el líder del PSOE insta a Juan Vivas a llevar a
cabo “una gestión de mínimos” durante los dos próximos
ejercicios. “Y me refiero simplemente al mantenimiento de la
Administración y los puestos de trabajo” apostilló Carracao
que no se andó con paños calientes para decir que si es
necesario “se quite la feria o los carnavales” para hacer
“una contención de gasto” y “sanear las cuentas de la
Administración”.
A su lado se encontraba, el secretario de Economía del
partido, José María Mas, que criticó el retraso de las
medidas que el miércoles presentó la Ciudad en la Mesa por
la Economía para tratar un “asunto tan urgente”. “Le pedimos
al Gobierno local que agilice estas reuniones y que se lo
tome con mucho más interés” planteó. Mas se mostró
defraudado con las medidas que se plantearon en la reunión y
aseguró que muchas de ellas, “en el mejor de los casos,
tendrían efecto dentro de tres y cuatro años”. Además, el
socialista lamentó que la Ciudad “ni siquiera informe” de
algunas cuestiones planteadas en el plan de choque en las
que trabaja. Por último, Mas recetó al Gobierno “mayor
celeridad y compromiso”.
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El PSOE pide “cordura” a los vecinos de Loma Colmenar
El secretario general del PSOE no
quiso dejar pasar su comparecencia de ayer sin hacer
referencia a los incidentes que estos días han tenido lugar
en la barriada de Loma Colmenar entre los vecinos y la
Policía Nacional, y que llevaron a varios ciudadanos a
manifestarse el pasado miércoles en la rotonda de acceso al
Hospital Universitario, llegando incluso a cortar el tráfico
en señal de protesta contra “el atosigamiento policial”. “Se
que los vecinos quieren el apoyo de los grupos políticos
-comenzó José Antonio Carracao- pero yo le pido sobre todo a
los líderes vecinales, que en algunos casos tienen también
responsabilidades políticas y por lo tanto hay que exigirles
un poco más, que contribuyan a la cordura y al buen
entendimiento de lo que tiene que ser una relación de los
ciudadanos con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del
Estado”. Eso sí, Carracao quiso puntualizar que si hay
“hechos puntuales” en los que algún agente cometa un exceso
en el ejercicio de sus funciones contra algún ciudadano,
estos deben ser “denunciados” para que “caiga el peso de la
ley sobre ellos con toda rotundidad”. Para Carracao lo más
importante en casos como estos es que “no se traslade a la
gente joven de las barriadas de la ciudad que los Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad del Estado son el enemigo”. Por ello,
el secretario general del partido socialista insta a los
líderes vecinales a “equilibrar sus discursos” para que no
se generalice este sentimiento entre los vecinos de las
barriadas.
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