Empleados públicos de la Administración local han convocado
para el próximo lunes una asamblea general, a partir de las
18.00 horas en el salón de actos del edificio de los
sindicatos, para abordar la preocupación mostrada por muchos
de ellos ante los futuros recortes y los comentarios que
indican que la Ciudad puede tener problemas para abonar las
nóminas de marzo. La posible negativa de las entidades
bancarias a dar crédito a la Ciudad ha provocado que la
preocupación y la intranquilidad aumente.
Funcionarios y personal laboral de la Administración local
han convocado una asamblea general para el próximo lunes
ante la preocupación por los futuros recortes y el temor de
que se encuentre en peligro el cobro de las nóminas de
marzo.
Los empleados públicos, que desde que el Gobierno de la
Ciudad Autónoma anunciara el plan de ajuste siguen
expectantes y de cerca todas y cada una de las negociaciones
que por parte de los representantes sindicales se producen
con la Ciudad, aseguran que “de ser cierto este extremo
sería la gota que colme el vaso”.
Toda esta inquietud y los comentarios generados se han visto
reforzados por la negativa de las entidades bancarias de
conceder el crédito para inversiones solicitado por la
Ciudad, algo que fue subrayado por Coalición Caballas en una
rueda de prensa convocada ayer. Tanto el personal laboral
como los funcionarios esperan que esta situación no llegue a
producirse y se quede en un “rumor”.
Si el pasado mes de febrero la tensión entre trabajadores y
Ciudad Autónoma llegó a altos niveles tras el anuncio de las
medidas de ajuste económico, el impago de las nóminas de
marzo podría provocar, según señalan los convocantes, graves
incidentes y una ruptura total entre los empleados públicos
y la Administración local que afectaría a todos los
servicios que estos trabajadores ofrecen a los ciudadanos.
La asamblea general volverá a celebrarse en el salón de
actos del edificio de los sindicatos a las 18.00 horas y a
la misma está previsto que acudan los diferentes
representantes sindicales de cada uno de los sectores que
engloba la Ciudad Autónoma de Ceuta, aunque los sindicatos
no han realizado la citada convocatoria.
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Del rumor al chisme
Los rumores son especulaciones no
confirmadas, siendo el “boca a boca” la forma tradicional y
más usada de extenderlo. Pero cuando se adhiere una mala
intención al rumor se designa como chisme, definido así
entonces como “comentario con el que generalmente se
pretende indisponer a unas personas con otras”. Así, algunos
‘chismosos profesionales’ parecen dispuestos a utilizar la
actual situación económica con una intención ulterior, la de
desprestigiar y difamar la imagen del Gobierno de Vivas y
cambiar el rumbo de un asunto público como son las
negociaciones entre el Gobierno local y los sindicatos, que
afectan a más de 2.000 trabajadores entre funcionarios y
personal laboral. Francisco Maquez ha sido contundente, por
lo que debe imperar la tranquilidad y la responsabilidad.
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