Es lógico que las centrales
sindicales reivindiquen incluso a nivel Policía Local y me
estoy refiriendo a las “oficiales” cómo CCOO, UGT, CSIF y
nunca la independiente USO la que, a pesar de cumplir todos
los requisitos para participar es sistemáticamente relegada
y se le niega el pan, la sal y la participación. A las
centrales oficialistas les ha dado por quejarse del
cuadriculado y formalista Jefe Sorroche, quejas a las que
tienen derecho porque la queja es libre y cada cual puede
sentirse agraviado por lo que apetezca. Incluso en muchos
puntos puede asistirles la razón. Lo malo es cuando esas
‘razones’ se mezclan con determinados quereres y ambiciones
personales, al menos eso dicen, cuentan y murmuran.
Pero la lista de reivindicaciones existe y mejor sería
aclararla con Sorroche, atemperar los ánimos, limar aristas
por ambas partes, sopesar factores negativos y positivos, y
no ofrecer ante la ciudadanía una imagen penosa, porque eso
resta confianza a un cuerpo tan reputado como lo es la
Policía Local. Los propios sindicatos deberían preguntarse a
quién le ha interesado filtrar la noticia manipulada.
No obstante, de las quejas formuladas, incluso pudiendo
asistirles la razón, ninguna presenta la suficiente
importancia, entidad o enjundia cómo para fundamentar
susurros de “cese” de Sorroche, que es un profesional
magnífico, aunque algo hermético para que vamos a mentir, y
que debe ser sólidamente respaldado por el Gobierno como
forma y manera de atajar bulos y maledicencias deslizadas
por inquina con el fin de hacerlos llegar a determinados
lugares y sembrar la incertidumbre.
Negociar, dialogar y concertar, pero los sindicatos no
tienen que mandar. El pueblo es soberano y se expresa
mediante los cargos electos, así que la Policía Local al
depender del Gobierno que es una delegación expresa de la
soberanía popular, compete a ese Gobierno, es decir, nos
compete y manda la ciudadanía que no los sindicatos. Pueden
representar a sus afiliados y ser cadena de transmisión de
sus deseos, pero hasta ahí llegamos.
El grado de aceptación del que disfruta el Jefe Sorroche a
nivel ciudadano es muy alto, tiene fama y hechos de ser
operativo y pese a su excesiva seriedad nadie puede poner en
duda su capacidad de trabajo ni sus cualidades. Por esa
razón el reflejo de rifirrafes sindicales en el seno de un
cuerpo, como el de la Policía Local, que da seguridad a
nuestras calles e inspira una enorme confianza, inquietan a
la ciudadanía, porque afectan a su imagen.
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