La política internacional de nuestra Nación es competencia
exclusiva del Gobierno que sigue una serie de líneas y de
pautas a través del Ministerio de Asuntos Exteriores. De ahí
que la idea propuesta en el Pleno de ayer por Mohamed Alí en
nombre de Coalición Caballas acerca de suscribir convenios y
acuerdos con ciudades del norte de Marruecos cómo Tánger y
Tetuán y reglamentar el tema transfronterizo parece exceder
muy mucho a las prerrogativas del Gobierno de Juan Vivas.
Mariano Rajoy dictará de acuerdo con las Autoridades
Marroquíes cómo serán esas relaciones de buena vecindad y en
que marco se encuadrarán.
La acalorada intervención de Mohamed Alí no gustó a muchos,
que pensamos lo de “zapatero a tus zapatos” y después
calificamos todo el discurso de Alí como una “Elegía a la
incoherencia”. Primero advirtió del resurgimiento económico
del norte de Marruecos, sean enhorabuena, la obra colosal
del puerto Tánger-Med, las autopistas y el impresionante y
kilométrico paso marítimo que va bordeando la costa. Un “boom”,
según el de Caballas, lo que nos lleva a preguntarnos las
razones de por qué con semejante florecimiento en el país
vecino tenemos que gastarnos los dineros del sudor de la
frente de los españoles en los MENA.
Aunque tras el anuncio de Alí sobre el resurgir económico de
Marruecos llegó la segunda parte: destinar parte del IPSI de
Ceuta a proyectos en Marruecos. Es decir, que los vecinos
hacen autopistas y puertos maravillosos, en Casablanca han
abierto uno de los centros comerciales más lujosos del
mundo, sus paseos marítimos son mejores que los nuestros,
florecen, prosperan, emergen ¿Y encima vamos a quitarle el
pan de la boca a los nuestros y darles dinero a ellos?. Alí,
Alí, no nos toques los cojones.
Todo ello para a continuación acusar al Delegado del
Gobierno de continuas visitas subrepticias al wali de Tetuán
o a otras Autoridades Marroquíes. La acusación es lo
suficientemente grave para que lo tenga que probar, ya que
se está metiendo en materias de Estado que exceden a las
atribuciones de un concejal. ¿Frivolidad o
irresponsabilidad? Mitad y mitad.
En unas de sus alocuciones el de Caballas soltó una palabra
bastante inusual que es “fangonosa”, supongo que Alí querría
decir “enfangado-a”, y es que siendo un buen abogado como es
y llevando como ninguno el tema de las reagrupaciones
familiares de españoles ceutíes que se casan con marroquíes
y temas de extranjería en general, no es por el contrario
ningún doctor en Derecho Internacional. Pero en
“fangonosidades” se mete cuando sobrepasa sus límites de
actuación y pone en duda las actuaciones de nuestro
Delegado, que son las actuaciones del Gobierno de España. Y
por ahí no. Ni es quien para pregonar ante las cámaras y
desde un escaño las idas, venidas, dimes, diretes, reuniones
o no reuniones del Delegado. Por ahí no, porque es
“fangonoso” y ¡Clama al cielo!.
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