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OPINIÓN - MARTES, 28 DE FEBRERO DE 2012

 
OPINIÓN / ANALISIS

Mohamed Alí, ¿doctor en Derecho Internacional?

Por Nuria de Madariaga


La política internacional de nuestra Nación es competencia exclusiva del Gobierno que sigue una serie de líneas y de pautas a través del Ministerio de Asuntos Exteriores. De ahí que la idea propuesta en el Pleno de ayer por Mohamed Alí en nombre de Coalición Caballas acerca de suscribir convenios y acuerdos con ciudades del norte de Marruecos cómo Tánger y Tetuán y reglamentar el tema transfronterizo parece exceder muy mucho a las prerrogativas del Gobierno de Juan Vivas. Mariano Rajoy dictará de acuerdo con las Autoridades Marroquíes cómo serán esas relaciones de buena vecindad y en que marco se encuadrarán.

La acalorada intervención de Mohamed Alí no gustó a muchos, que pensamos lo de “zapatero a tus zapatos” y después calificamos todo el discurso de Alí como una “Elegía a la incoherencia”. Primero advirtió del resurgimiento económico del norte de Marruecos, sean enhorabuena, la obra colosal del puerto Tánger-Med, las autopistas y el impresionante y kilométrico paso marítimo que va bordeando la costa. Un “boom”, según el de Caballas, lo que nos lleva a preguntarnos las razones de por qué con semejante florecimiento en el país vecino tenemos que gastarnos los dineros del sudor de la frente de los españoles en los MENA.

Aunque tras el anuncio de Alí sobre el resurgir económico de Marruecos llegó la segunda parte: destinar parte del IPSI de Ceuta a proyectos en Marruecos. Es decir, que los vecinos hacen autopistas y puertos maravillosos, en Casablanca han abierto uno de los centros comerciales más lujosos del mundo, sus paseos marítimos son mejores que los nuestros, florecen, prosperan, emergen ¿Y encima vamos a quitarle el pan de la boca a los nuestros y darles dinero a ellos?. Alí, Alí, no nos toques los cojones.

Todo ello para a continuación acusar al Delegado del Gobierno de continuas visitas subrepticias al wali de Tetuán o a otras Autoridades Marroquíes. La acusación es lo suficientemente grave para que lo tenga que probar, ya que se está metiendo en materias de Estado que exceden a las atribuciones de un concejal. ¿Frivolidad o irresponsabilidad? Mitad y mitad.

En unas de sus alocuciones el de Caballas soltó una palabra bastante inusual que es “fangonosa”, supongo que Alí querría decir “enfangado-a”, y es que siendo un buen abogado como es y llevando como ninguno el tema de las reagrupaciones familiares de españoles ceutíes que se casan con marroquíes y temas de extranjería en general, no es por el contrario ningún doctor en Derecho Internacional. Pero en “fangonosidades” se mete cuando sobrepasa sus límites de actuación y pone en duda las actuaciones de nuestro Delegado, que son las actuaciones del Gobierno de España. Y por ahí no. Ni es quien para pregonar ante las cámaras y desde un escaño las idas, venidas, dimes, diretes, reuniones o no reuniones del Delegado. Por ahí no, porque es “fangonoso” y ¡Clama al cielo!.
 

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