El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, inició ayer
un viaje de dos días a Marruecos, donde se entrevistará con
su homólogo marroquí, Mohand Laenser, con el objetivo de
“potenciar la cooperación en la lucha contra la inmigración
ilegal y el crimen organizado”. En el caso ceutí, donde en
2011 llegaron 1.402 inmigrantes frente a los 561 del año
anterior, las entradas clandestinas se vieron frenadas en
diciembre.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, inició ayer
un viaje de dos días a Marruecos, donde se entrevistará con
su homólogo marroquí, Mohand Laenser, con el objetivo de
“potenciar la cooperación entre ambos países en la lucha
contra la inmigración ilegal y el crimen organizado”.
Según el último balance de la lucha contra la inmigración
ilegal, ofrecido ayer por Efe con motivo de esta visita, la
llegada de inmigrantes ilegales a las costas españolas en
2011 aumentó casi un 50 por ciento respecto a 2010, cuando
se contabilizaron 3.562, frente a 5.443 personas del año
pasado, lo que rompe la tendencia descendente desde hacía
cuatro años. Además, y de cauerdo con estos datos, llegaron
otros 3.345 inmigrantes a Ceuta y Melilla, duplicando el
número de personas que habían accedido a estas ciudades el
año anterior -1.567-. Según datos oficiales publicados por
EL PUEBLO el pasado 22 de enero, la presión sobre Ceuta fue
mayor, pues en 2011 llegaron 1.402 inmigrantes frente a los
561 de 2010.
En este primer viaje a Rabat, Fernández Díaz estará
acompañado por una delegación del Ministerio del Interior,
integrada, entre otros, por los directores generales de la
Policía y de la Guardia Civil, Ignacio Cosidó y Arsenio
Fernández de Mesa, respectivamente. Tras las reuniones de
trabajo, Fernández Díaz y Laenser ofrecerán hoy martes una
rueda de prensa conjunta en la sede del Ministerio marroquí
del Interior, en Rabat.
La última visita de un ministro del Interior de España a
Marruecos fue en octubre, un mes antes de las pasadas
elecciones generales. El entonces titular Antonio Camacho,
se reunió también con su homólogo marroquí y destacó el buen
momento que atravesaban las relaciones bilaterales entre dos
gobiernos que estaban agotando sus mandatos.
Desde diciembre, la situación en la frontera ceutí es de
normalidad, sin nuevas entradas de inmigrantes. Marruecos ha
reforzado el control y creado un nuevo puesto fijo, tal como
informó también en enero este diario.
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