PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 27 DE FEBRERO DE 2012

 
OPINIÓN / COLABORACION

La chica española del cementerio de Tetuán

Por Nuria de Madariaga


Es una extraña historia la que me ha pasado este fin de semana. Lo suficientemente inusual como para dejarme cavilando y hacer que tome la decisión de contactar con nuestro Consulado de Tetuán para intentar aclarar el misterio. Fue durante la visita a la ciudad vecina en compañía de Mohamed y Chergui, de “Enfermos sin Frontera”, un lapsus en la ronda de visitas a los niños aprovechando el atardecer para ir a presentar mis respetos a los que descansan en el cementerio español de Tetuán. Y no es un tema de sentimientos sino de comerme las tripas pensando en la soledad de los soldados que allí yacen desde la Campaña del Rif, abandonados en tierra extraña.

Pero traiciones de la “España que te hiela el corazón” aparte, cuando acabé mis sencillas plegarias por los caídos, encontré en las puertas del camposanto, donde aguardaban mis acompañantes una escena bastante sospechosa. Allí estaba una joven española castaña clara, de ojos azules y con apariencia de ser menor de edad que contaba una historia rocambolesca al tiempo que nos pedía, casi con desesperación, ochenta euros.

Mis amigos me dijeron que había llegado sin duda atraída por nuestro coche de matrícula española y que les dijo que le habían robado toda la documentación y el dinero, que vivía en la iglesia católica y que en el Consulado le iban a proporcionar una identificación pero que para pasar la frontera y embarcar necesitaba esa cifra, cuando le dijeron que esperara porque había una abogada en el interior del cementerio y que cuando saliera la podríamos ayudar la muchacha salió prácticamente corriendo y llorando.

Luego regresó y nos contó a los tres que se llama Noelia y viene de una “Casa de Acogida” en Calpe y que es huérfana porque sus padres la abandonaron y había venido a Tetuán a visitar la tumba de sus abuelos cuando le robaron todo. Lloraba y parecía muy asustada.

Cuando le propusimos llevarla de inmediato hasta Ceuta y hablar con la Policía Marroquí de la frontera se negó, cuando le pedimos la denuncia del robo de su documentación no llevaba encima ni un papel, tan solo repetía monótonamente que necesitaba urgente ochenta euros. ¿Y ustedes piensan que nuestro Cónsul va a permitir que una jovencita española ande pululando por Tetuán indocumentada y sin dinero? Su insistencia de que no tenía familia de ningún tipo era escamante y ante cada propuesta de ayudarla se negaba, solo quería dinero y lo repetía sin mirarte a los ojos, al revés mirando hacia sus espaldas con aspecto desconfiado, como si la estuvieran vigilando.

La sensación que transmitía era de temor y no resultaba creíble, pero se negaba a ser socorrida, tan sólo quería dinero y repetía la cifra cómo si fuera una letanía y sin mirarnos a los ojos en ningún momento.

Le dimos una pequeña cantidad y los tres pensamos que veinte euros podían ser la diferencia entre que le pegaran o no le pegaran una paliza aquella noche.

Tal vez estemos influenciados por las tragedias que vemos en televisión, pero la apariencia es de que la joven había llegado con alguien a Marruecos, le habían quitado la documentación y la tenían pidiendo dinero a cuanta persona de aspecto español encontrara “vendiendo” la historieta. El hecho de encontrarse muy alejada de la iglesia que presuntamente le sirve de morada ya era un indicio, el ir pobremente vestida y con unas babuchas rotas era otro, el miedo que aparentaba era el tercero, las lágrimas y el nerviosismo el cuarto, el rechazar venirse con nosotros el quinto y su extrema juventud el sexto. La sospecha latente es que alguien la estaba reteniendo y que este alguien la vigilaba desde algún lugar, porque cuando nos despedimos y ella se marchó andando, miraba hacia atrás para ver si la seguíamos.

Para Mohamed que ha sido policía toda su vida las evidencias cantaban y manifestamos nuestra firme voluntad de investigar, porque la chica tiene la edad de nuestros hijos y a todos se nos representaba el que una hija nuestra estuviera en una situación semejante. ¿Realmente se llamará Noelia y habrá en su historia un milímetro de verdad? ¿Estarán empleando a la muchacha para mendigar o explotarla en la trata de blancas?.

Lo cierto es que vamos a indagar y a tratar de informarnos de lo que subyace tras la joven que sólo ruega, suplica y gime por ochenta euros ¿A quien tiene que entregar la recaudación de ochenta euros? ¿Pueden ustedes estar tranquilos pensando que a unos pocos kilómetros puede encontrarse una niña secuestrada? ¿Será por el contrario una jovencita que ha huido con un maromo voluntariamente y se emplea en pedir limosna a los europeos para subsistir los dos? ¿La estarán buscando sus padres o su familia en España?.

¿Conoce alguno de ustedes a la chica española del cementerio de Tetuán?.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto