Son los Alardes Nuestros como los
bauticé, hace ya veinte años, a la tira de artículos que
tenían ESE ANGEL, esa esencia de algunos momentos de
nuestras vidas, antes eran por Navidades, ahora son cuando
van pasando los años y a veces, esos paseos con los
auriculares y las miradas al azul de los cielos, parece que
le afloran a uno los sentimientos pasados de esos tiempos
pasados. De aquellos juegos con los hijos, en sus ilusiones
y ahora CON MI NIETO.
PASODOBOLES, las coplas que dan la denuncia, el suceso, la
crítica y la poesía, que hacen aflorar esos aplausos, esos
pucheros y LAS LAGRIMAS VIVAS, y esas coplas de ida y
vuelta, y por eso voy recordando la colección de DISNEY, que
ya no se mueven de la estantería , y ahora uno va pensando
que van a ser algún dia el testigo para MI NIETO.
EL REY LEON, una película que marcó mi vida, espectacular,
preciosa, y admiraba lo bello que es la aventura de buscar
el sitio en el ciclo de la vida. Si cad vez que me deleito
con la presentación de EL CICLO SIN FIN, canción parida para
que la cante TATE VEGA, en ese entusiasmo, comparado con la
presentación de UNA COMPARSA, me fueron los recuerdos a mis
calles VELARDE, AMARGURA y CONSUELO, y siempre veía pasar a
los furgones de la EMPRESA DE ALUMBRADO, y en uno de ellos
iba , pienso yo a mi edad, que era como UN ANGEL.
Siempre llevaba el mando del furgón, su cara de hombre
amable, bueno y alegre, y todos conformes, que siempre
condujera el.
Tan paciente era, que un día en mi desparpajo infantil,
llegué a preguntarle por un primero de mes, ¿ si había
cobrado la paga ?, el amablemente me contestó que como
siempre, sin nada nuevo, tal curiosidad fue , por el
griterío de los operarios electricistas, que se las pelaban
corriendo y salían con el gaznate refrescado de CASA
BRAVO...
LOS OCHENTA, pasaraon los años y de adolescente, los domingo
por la tarde, iba ver a jugar LA AGRUPACION DEPORTIVA CEUTA,
aquello era una religión, el subir al Estadio ALFONSO MURUBE,
y mira por donde, un derby del ESTRECHO, UN CEUTA-ALGECIRAS,
los caballas necesitaban los dos puntos, (antes eran dos
puntos, la victoria), y allí me encontré que PEPE, era el
ANGEL, esta vez, EL HOMBRE DEL MARCADOR, el luminoso CITIZEN
del Murube,.
PRIMER TIEMPO, el primer tiempo no tuvo trabajo, pero a
continuación, mientras los mayores se quejaban que la
entrada les había costado MIL PESETAS del año 81, un ataque
llevado por Luis Jimenez, Juanma Lopez y Paco Vidal, hacen
una jugada, pero no consiguen el gol, pero tras varios
rechaces, es el ceutí LOLO, de cabeza el que lo cuela por
toda la escuadra.
Nosotros brincamos, saltamos locos de alegría, y ante las
palmas y brincos, giré hacia el marcador y , fue cuando el
hombre se introdujo en la cabina y le dió al centelleo
brillante al dígito.
Esa sensación de hace ya TREINTA y UN AÑOS, todavía como
algo emotivo y difícil de explicar.
Mas adelante, tras fallar el ALGECIDRAS un penalti, PACO
VIDAL no consigue marcar ante el meta algecireño GOMEZ, pero
sí el profesor que vino del BETIS, PEÑA, que aseguró el dos
a cero, nuevamente y para más rabia de los “especiales”,
centelleó el dígito número DOS, así tuvimos un día feliz de
futbol y el Ceuta un partido que lo consolidaba como un
candidato al ascenso.
PEPE SE JUBILO, LA AGRUPACION desapareció, hoy es la
ASOCIACION, y el CITIZEN fue derribado, Y el MURUBE,
remodelado.
LA MAGIA, hasta que la magia volvió a encontrarme con el,
mientras esperaba el nacimiento de mi hija , con esa tensa y
nerviosa espera, como cualquier padre, en el pasillo del
antiguo HOSPITAL DE CRUZ ROJA, lo ví aparecer subiendo con
esa paciencia y esa calma, las escaleras, y fué una
coincidencia agradable, de verlo en las facetas de la vida
de uno.
Fueron pasando los años, y aunque PEPE, no creo que sepa
esta hermosisima historia, que se gestó en mi retina, desde
mi niñez, hasta la madurez de la actualidad.
Han pasado más de veinte años, desde entonces, y en los
KIOSCOS, de la Plaza de los Reyes, donde colaboraba con el
reparto de la prensa, para su ocio y quehacer matutino,
siempre tuvimos conversaciones de futbol , de política, de
Ceuta, y quizás nunca tuve el atrevimiento de decirle QUE
ANGEL TIENES, detalles que para mí durante mucho tiempo, no
han pasado desapercibidos, al igual que LOS ALARDES
NUESTROS, cuando uno se vuelve por momentos tan sensible,
paseando por un RINCON DE CEUTA, un momento de mi vida.
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