Se sabía que cambiando un poquito
las malas costumbres y artimañas de ciertos colegiados
ceutíes, traerían como consecuencia poner a cada uno en su
sitio y que los equipos caballas de categoría nacional de
juveniles pasaran a su justo lugar, una categoría local, en
la mayoría de los casos.
Y esas transformaciones se dieron de un plumazo con unas
simples manifestaciones del colegiado de tercera división
Mehdi, al que descendieron, y que puso en su sitio a la
Federación de Fútbol, al Comité Territorial de árbitros y a
los propios clubes.
Es curioso, que ante unas manifestaciones de aquel talante,
nadie le pudiera rebatir nada, porque para todos estaba
claro que tenía razón en lo que había dicho.
Lo más normal es que, especialmente en la Federación y mucho
más en el Comité Territorial de árbitros hubiera habido más
de una dimisión, pero el “chollo” que los unos y los otros
tienen no les resultaba rentable marcharse, aunque hayan
quedado “tocados” de por vida como cómplices de las
maniobras arbitrales para mantener, como fuera, a los
equipos en una categoría que no les correspondía y para la
que no estaban preparados.
Y este año, aquí están las pruebas, con unas actuaciones
arbitrales buenas, regulares o malas pero sin ir en busca de
la trampa, ahí están los resultados, con un equipo ya
descendido, y eso que faltan muchas jornadas para terminar
el campeonato, con otro equipo el UA Ceutí que anda ahí,
entre Pinto y Valdemoro y que se salvará por poco, si es que
se salva, o descenderá en las últimas jornadas. Y para
concluir el Goyu Ryu, en división de honor, tras veinte
temporadas en la categoría lo puede pasar mal. Ahora está en
zona de descenso y no tiene muy claro que se vaya a poder
quedar en la categoría, al final de la temporada.
Aquí, y todo hay que decirlo, han influido varias cosas, la
primera es que este año no les ha pitado ni Mehdi, ni
Celadero, con lo que aquellas estratagemas que se tenían
montadas, en otras épocas, este año no se han podido
utilizar.
Y la segunda causa ha sido la de la subvención que, en esta
ocasión, fue mucho más baja que en años precedentes.
Ese chollo de las subvenciones del Ayuntamiento le ha
mantenido, año tras año, al Goyu Ryu y ha hecho que,
alrededor se viviera fenomenalmente y mucho mejor de lo que
hubiera sido lo normal, con los muchos millones recibidos de
la santa casa madre.
Ahora, todavía, hay muchos partidos por jugar, pero el
panorama que se vislumbra en los juveniles es que la talla
no se está dando, como es debido, para mantenerse en una
categoría nacional del prestigio que es la División de
Honor.
Y esto debe servir, también, para que de ahora en adelante
haya un equipo en categoría nacional, sea en liga nacional o
en división de honor y no tres o cuatro equipos que no dan
la talla y que pasean el nombre de Ceuta, con más pena que
gloria, mientras se mantienen a costa de las subvenciones.
Lo de las actuaciones arbitrales en estas categorías es
lamentable, que se han prestado para ser el jugador número
12, el número 13 o el 14, con lo que, a duras penas se
mantenían en la categoría.
Esto, la nueva situación, ha implicado que cada uno de los
equipos juveniles de categoría nacional ande como está este
año.
Lo que decía al principio, Mehdi desató la caja de los
truenos y la tormenta arrolló a los equipos de Ceuta de
categoría nacional, en juveniles.
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