El jefe superior de Policía de Melilla, Juan Manuel Calleja,
dejará este mes el puesto que ha ocupado desde noviembre de
2007, más de cuatro años en los que ha conseguido mantener
las cifras de criminalidad de la ciudad, incrementar las
tasas de eficacia policial, detenidos y esclarecimiento de
delitos, y potenciar la plantilla de la Jefatura con un
aumento de más de cien funcionarios.
Calleja se despidió ayer del presidente de la Ciudad
Autónoma, Juan José Imbroda, que lo recibió en una breve
visita junto a Miguel Vaquero, comisario jefe de la Unidad
de Cooperación Operativa Provincial (UCOP) y su mano derecha
en la Jefatura Superior de Policía en los últimos años.
En su balance de gestión, el responsable policial dijo que
se marcha de Melilla contento porque considera que la labor
realizada está a la altura de las circunstancias, aunque
puntualizó que “todo es mejorable” y admitió que una de las
cosas que le faltan a la Jefatura es su ampliación, una
asignatura pendiente desde hace ya varios años y que se
conseguirá superar en cuanto lo permitan las necesidades
presupuestarias económicas. También dijo que en este tiempo
se ha sentido muy arropado por la sociedad y las
instituciones de Melilla.
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