¿No sienten ustedes una tensión mística a modo de delirio
del subconsciente? Es lo que sucede de forma recurrente
cuando los naranjos muestran brotes de azahares que anuncian
que María, la judía más famosa del Universo, va a salir a
las calles, siempre en pos de su Hijo querido. Al igual que
todas las madres que velamos por lo que hemos parido, en una
tendencia arquetípica, como lo es nuestra querencia endógena
por las noches aún frescas, de una primavera temprana con
redoble de tambores y el Cristo que pasa haciéndonos
regresar, con un escalofrío, al numen de nuestra raza. Será
que el Dios vernáculo es el que late en los repliegues del
corazón.
En verdad, provenir del licor amniótico de la Iberia Vieja
es una enfermedad imposible de erradicar. Le pese a quien le
pese y guste o no guste y el que no le guste que se joda,
con perdón del uso del verbo castellano.
Y está será la primera Semana Santa y cofradiera en
libertad, después de que una apóstata (apostasía es renegar
de la religión propia) cometiera el acto sacrílego de negar
los honores militares ante Nuestro Señor, primero en el
Corpus Christie de Toledo y luego en todos los actos
religiosos. ¡Y cómo añoramos los cristianos aquellas
imágenes pretéritas del Cristo acunado por los acordes del
himno de España! ¡Y cómo nos partía el alma la ofensa y la
humillación de impedir al Ejército Español adorar a aquellos
que les guiaron en mil batallas! ¿Sería una llamada divina
la que impelió a Ruiz-Mateos a enviar a su chófer (hoy lo
cuenta por las televisiones) a robar el botafumeiro de la
catedral de Santiago para que Felipe González no disfrutara
de él al acudir a un acto solemne? Normal que le pillaran,
porque escondió el botafumeiro en un desván y los curas lo
rastrearon por el humo. Y miren que ni Felipe ni Guerra
acometían contra los creyentes, ellos respetaban, los
diabólicos fueron lo que vinieron después cargados de azufre
y de rencores, aquellos dementes que impidieron celebrar el
sacramento de la misa en el Valle de los Caídos hasta que en
plena carretera llegaron a reunirse tres mil fieles para
celebrarla con los monjes, la gente (pese a la policía de
Rubalcaba) se comenzó a enardecer y su podrida ley de la
discordia, el revanchismo y la Memoria Histórica empezó a
tener sones de las checas madrileñas y el genocidio de
Paracuellos y entonces recularon. Pero se vengaron
impidiendo que los militares rindieran honores ante Dios y
ahora es el momento del cambio y del desagravio, hemos
votado para ser resarcidos y poder disfrutar de lo que nos
arrebataron. ¿Y saben para lo único que no tuvieron
bastantes y ateos cojones? Para impedir a la Legión ir tras
su Cristo de la Buena Muerte, cantando a todo pulmón y no lo
hicieron porque entonces España habría vivido otro 2 de mayo
por la convulsión.Ahí estuvimos flojos los cristianos,
mejorando la presente, porque servidora al menos, cuando una
mierda de directora de un colegio de Mijas tiró a la basura
el belén de los niños de primaria, servidora le puso una
denuncia por delito contra los sentimientos religiosos y la
pregonó por activa y por pasiva en plan beato-poligonero y
mucha presión tuvo que haber de los bellacos de la Junta de
Andalucía para que la directora se fuera de rositas tras un
litigio feroz, pero ya saben como eran los de antes con los
“pitiklines” ¡pitiklín,pitiklín! ¿Dígame?. Y ahí todos
firmes y aborregados en pleno “por si acaso”.
Este año ya podrá sonar el himno ¿Verdad? y también lo mismo
la Dolorosa ilumina al Comandante General y así nuestras
plegarias para que convoque una buena jura de bandera para
civiles, serán atendidas. ¿O es que alguien tiene derecho a
prohibir a los españoles jurar su bandera? ¿O es que acaso
para proclamar el amor por Dios y por España hay que
recurrir en reforma con alegaciones y mucho fundamento de
derecho? ¿Qué murmuran? ¿Que sería un recurso de alzada? ¿Se
quieren ir ustedes directamente a la Chacón?.
¡Ay que llega la primavera y los Cristos y las Vírgenes
están esperando a los cofrades! ¡Ay esos claveles blancos
reventones y olorosos y esos gladiolos y esos cirios que
parecen luciérnagas! ¡Ay que hemos jugado un cupón y nos ha
tocado la lotería de la Historia con nuestros latinajos,
nuestros pangelinguas y mucha hisopadura de por medio! A
ver, esos semanasanteros ¿No están encantados de haberse
conocido?. Por supuesto.Y más todavía.
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