Brahim Lambarki, un joven saharaui, ha abandonado la huelga
de hambre que mantenía desde hace 21 días, al conseguir un
documento que certifica su origen y procedencia, algo con lo
que espera conseguir un salvoconducto y salir de Melilla
rumbo a la península.
A este respecto hay que resaltar que según explicó durante
el transcurso de la jornada de ayer jueves el propio Brahim
a los periodistas, con el documento puede demostrar que no
es marroquí, sino saharaui y que, por tanto, no puede ser
devuelto a Marruecos.
Su deseo, tal y como ha manifestado, es el de poder viajar a
la península, donde dos organizaciones que trabajan con
niños saharauis le han ofrecido cobertura.
De momento, permanecerá en la calle, a la espera de conocer
si puede regresar al Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes (CETI), del que fue expulsado al resolverse de
manera desfavorable su petición de asilo.
Finalmente hay que destacar que Brahim pretende quedarse en
España y conseguir la nacionalidad española, la misma que
sus padres y abuelos.
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