Un pasito para delante un pasito
para atrás, María. Aquí, en éste pueblo nuestro, hemos
aprovechado la letra de la canción para dar un paso
gigantesco hacia atrás. Hemos vuelto, con todos los honores,
a la censura.
Una censura que se va a imponer a nuestros carnavales. Ni en
los mejores tiempos del régimen anterior, se fue capaz de
imponer censura a los carnavales de Cádiz. Pero, por pura
lógica, aquí en ésta tierra somos totalmente diferentes y
tenemos que demostrar, a cada paso, que nos importa un bledo
y el otro también eso tan cacareado por algunos sobre la
libertad de expresión. Cosa a la que recurren, esos que se
la cogen con un papel de fumar, cuando defiende sus
intereses.
Recuerdo que hace algunos años en Cádiz, no se si comparsa o
chirigota, da igual de quien se tratase, se criticó al Papa,
máximo representante de la iglesia católica y no paso
absolutamente nada, sólo el enfado de los creyentes. Es más,
en otra ocasión, creo recordar que fue al año siguiente, una
comparsa de unos de los más afamados comparsitas gaditanos,
se mofó de la Semana Santa y tampoco pasó nada, sólo el
enfado de los creyentes.
Por supuesto que en ninguna de las dos ocasiones nadie llevó
a nadie a los juzgados, porque esa chirigota o esa compra
que realizó semejante actos, lo habían hecho en los
carnavales. El carnaval es, precisamente, donde las criticas
más o menos aceradas, según la opinión de cada uno, se
pueden llevar a cabo.
Nosotros que somos diferentes al resto de los demás
carnavales, hemos publicado en el Boletín Oficial de la
Ciudad la normativa que regula los concursos del carnaval de
este año.
Entre las novedades del texto aparecen como faltas “muy
graves”, que significan la expulsión del concurso de quienes
incurriesen en algunas de ellas “cualquier desconsideración
de algunos de, los componentes con el publico, jurado,
medios de comunicación, organización u cualquier otra cosa
que pudiera entenderse como injuria para salvaguarda de las
libertades públicas y derechos fundamentales, tales como la
apología del terrorismo, maltrato o la ofensa oral o literal
contra la libertad de culto o sexo” ¡Toma del frasco,
Carrasco!.
Y a todo esto, a todos esos que se llaman demócratas, se les
llena la boca de decir y defender a libertad de expresión y
de que estamos en un país aconfesional. Que eso es al gusto
de todos estos que presumen de demócratas y de laicismo de
este país. ¡Campeones, campeones, oe, oe, oe!.
Para mayor gloria de esta tierra, rescatamos y ponemos en
práctica, de nuevo, la voraz censura para los carnavales.
Igual, antes de salir al escenario, tendrán que cantar sus
repertorios todas las comparsas y chirigotas ante varios
censores, que mutilarán todas aquellas letras que han de ser
censuradas. Y cuidado con el tipo, que cómo salga una chica
en bikini, se puede llegar hasta la excomunión. Y ni te
cuento, serrana del alma, las comparsas de las chicas
llevarán vestidos largos de cuello alto y sin enseñar ni las
rodillas.
Quién dijo que la censura ya no existía. Ceuta is diferent.
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