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Largo cónclave del Delegado de
Gobierno de Ceuta con el Ministro del Interior, Jorge
Fernández Díaz y con los Directores Generales de la Policía
y la Guardia Civil, para acabar como guinda del pastel de la
oportunidad política con un encuentro con el director del
CNCA, es decir, el responsable a nivel nacional de la
coordinación antiterrorista.
Y esta reunión de trabajo con los más altos cargos de
Seguridad del Estado es un claro signo de deferencia y de
consideración hacia esta ciudad, un sentimiento y una
actitud que vienen de lejos ya que para el Partido Popular
Ceuta y Melilla han sido siempre realidades prioritarias.
Con el factor añadido en este caso concreto de que, a lo
largo de sus veinte años de actividad parlamentaria, nuestro
Delegado de Gobierno se ha ganado un hondo respeto
profesional y humano por parte de las múltiples amistades
que ha ido haciendo en su trayectoria política. Amistades,
relaciones y contactos en todos los espectros sociales y a
todos los niveles de la política y como la lealtad hacia sus
amigos es uno de los rasgos distintivos del carácter de Paco
Antonio González, quienes ayer lo fueron lo han sido siempre
y lo siguen siendo. Han sido relaciones de amistad y de
respeto mantenidas a lo largo de años, durante los que se ha
podido demostrar con claridad como es cada cual y que tipo
de valores y de principios dirigen sus actuaciones. Ser
fiel, leal y regirse por la ética tiene esas ventajas.
En lo referente a los temas abordados tal vez considere que
el prioritario es el de la ampliación de la frontera, para
dar una auténtica imagen europea de frontera internacional y
en ese asunto tanto el Delegado como el Presidente Vivas han
de actuar de forma coordinada ya que es una aspiración
mantenida durante largo tiempo, de carácter irrenunciable
porque la frontera es un factor de prosperidad para ambos
países, un asunto de calado y repercusión internacional por
ser frontera de Europa y en el que no caben operaciones de
“maquillaje y puesta a punto” sino que se requiere una obra
importante que de categoría al enclave y así repercuta en la
imagen de toda la ciudad.
¿Otro asunto a tratar? El sempiterno Príncipe y sus
necesidades, que vienen a ser similares a las de otras
barriadas de Ceuta por lo que la mayoría no entendemos la
razón de que reciba un trato privilegiado, excluyendo al
resto. Aunque esto nuestras autoridades no parecen haberlo
asumido aún y siguen con su grimosa coletilla, mientras que
en el Príncipe los chavales están escolarizados, no les
muerden las ratas ni juegan entre jeringuillas usadas, se
construyen casas de aspecto muy aparente, cuando no lujosas,
no hay chabolas con los suelos enfangados y sin luz ni agua
corriente, no existen clanes que subsistan entre esas
chabolas, dedicados tanto al robo de cobre como al robo de
todo lo que se menee, con las consiguientes irrupciones
policiales. El Príncipe es un barrio normal, con buena gente
y con mala gente, con estudiantes aplicados y también con
algún gamberro, donde puede producirse un tiroteo de forma
absolutamente aislada, pero no las reyertas espantosas que
pueden acabar con muertos que acontecen en las puertas de
las discotecas de tantas ciudades. ¿Qué factor diferencial
justifica tantos privilegios? Que lo expliquen y que no
sigan quemando a la ciudadanía.
Pero, reflexiones aparte, la relevancia esencial del
encuentro de nuestro Delegado con la cúpula de Interior es
algo que nos beneficia a todos los ceutíes y aunque haya que
huir del criterio utilitarista porque no está bien
“utilizar” a nadie y menos aún a los amigos, sí podemos
pedirle al Delegado que “capitalice” su caudal de buenas
relaciones y de personas importantes que le aprecian por
haber sido como ha sido y de ser como es. No, el verbo
“utilizar” no es el adecuado para la labor que nos consta
que hace y hará el Delegado, mejor el matiz de ser capaz de
“abrir puertas” y de acceder a aquellos lugares que son
inasequibles para quienes no presentan idéntica trayectoria
humana y profesional y una vez allí enseñar a “mirar y
aprehender” el alma de Ceuta, los sueños de los ceutíes, los
anhelos que atesoran, sus mágicas peculiaridades y su
corazón marinero por el que circula sangre de gaviota
(lógico). De las habilidades negociadoras y de la capacidad
de marketing político de Paco Antonio González depende mucho
Ceuta por más que la crisis y los recortes obliguen a
aparcar de forma transitoria algunos proyectos.
Pero lo fundamental es que esos proyectos existen, son
factibles y son beneficiosos y están bien estudiados.
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OPINIÓN / ANALISIS
