No por mucho repetir una mentira,
esta se convierte en realidad. Al introducir el término
“dariya” en la Wikipedia el primer resultado que obtenemos
es el de una variedad lingüística hablada en el norte de
Marruecos caracterizada por dos matices esenciales, rápida
asimilación de palabras de otras lenguas con las que entra
en contacto y su dinamismo y flexibilidad al tratarse de una
lengua exclusivamente oral. Por tanto, no existe duda alguna
respecto al origen de una lengua inmigrada de un tercer país
a pesar del arraigo de la misma en nuestra sociedad.
Los ceutíes no podemos olvidar que el origen de la nueva
acepción del término “dariya” fue tras la irrupción en la
escena política local de una coalición conformada por dos
formaciones antagónicas. Una coalición que ha devuelto a la
actualidad política estrategias de nuestro pasado más
oscuro. Estrategias que han causado un grave deterioro de la
paz social como consecuencia directa del radicalismo que
impregna la acción política de los miembros de esta
coalición.
A pesar de la compleja campaña mediática orquestada por los
nuevos ideólogos “caballistas” el “dariya” es una lengua
inmigrada proveniente de un tercer país. Una campaña
emprendida por quienes se autodenominan únicos defensores de
los intereses de todos los ceutíes, pero en realidad
representan el sectarismo más rancio al obviar que en esta
ciudad conviven diferentes culturas que poseen sus propias
lenguas maternas. Una circunstancia que debería enriquecer a
la sociedad ceutí se convierte en motivo de confrontación
alentado por oscuros intereses partidistas.
La sociedad ceutí en general y la clase política en
particular debería comprometerse con el futuro de una ciudad
que ocupa las últimas posiciones en diferentes materias tal
y como propugnan los portavoces de la coalición mencionada,
pero sin embargo obvian una problemática que perjudica
gravemente la igualdad en el acceso a la educación de
nuestros jóvenes, la capacidad de comprensión como
consecuencia directa del profundo desconocimiento de una
amplio sector de la sociedad ceutí de la lengua oficial
utilizada en nuestro sistema educativo, el castellano. Por
tanto, fomentar el aprendizaje correcto en todos los ámbitos
educativos del castellano debería ser la prioridad de todas
las formaciones políticas con representación en nuestra
ciudad al margen de la protección que pueda ofrecerse a las
distintas lenguas maternas presentes en una sociedad
multicultural como la nuestra.
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