El ‘Sintrom’ es el anticoagulante utilizado mayoritariamente
desde hace 53 años. Sin embargo, los médicos han empezado a
recetar en el Hospital Universitario de Ceuta dos nuevos
fármacos dispuestos a convertirse en “la competencia” de un
clásico. Se trata del ‘Pradaxa’ y del ‘Xarelto’, dos
medicamentos de los que ayer el doctor Rafael Aporta
Rodríguez, jefe del Servicio de Hematología del centro de
Loma Colmenar, explicó las ventajas con las que llegan pero
también sus inconvenientes.
El facultativo dio una charla informativa al personal
sanitario que se acercó hasta el Salón de Actos del centro
hospitalario. Durante esta explicó que son constantes las
preguntas de los pacientes acerca de nuevos medicamentos que
no condicionen tanto sus vidas, como ocurre con el ‘Sintrom’,
que a veces “puede provocar riesgo de hemorragia”.
El médico explicó que los nuevos fármacos deben, no sólo
superar una serie de requisitos, sino además demostrar que
son, como mínimo, igual de eficaces que el que se está
utilizando para la misma dolencia. En este sentido se habla
de un estudio de ‘no inferioridad’. “Primero hay que
demostrar que al menos es igual de bueno, después su
superioridad”, explica el médico, quien añade que el
problema que se plantea en ese sentido es que “generar
fidelidad a un medicamento es muy complicado”. “La adhesión
es fundamental porque dejar un tratamiento puede conllevar
riesgo de trombosis”, explica.
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