Desobedecer a la autoridad está castigado en el Código Penal
con pena de prisión de seis meses a un año. Ayer, S.M.G. fue
condenado por la mínima a seis meses por haber hecho oídos
sordos a los requerimientos que en 2009 el Juzgado de lo
Penal le hizo para que pusiera a disposición de la justicia
un coche y una moto que le habían sido decomisados. Ayer, se
conformó con la pena de seis meses que pedía el fiscal y que
se le sustituyó por una multa de 1.080 euros.
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