Umar, de 26 años y procedente de Guinea-Bissau, era uno de
los diez inmigrantes que fueron ayer detenidos en el CETI
por el Cuerpo Nacional de Policía. Está previsto que hoy
sean trasladados a la península para su futura deportación.
La ocupación actual en el CETI es de 460 inmigrantes, según
informan fuentes de la Delegación del Gobierno. En el caso
de Umar, llevaba cuatro meses en Ceuta.
El Cuerpo Nacional de Policía detuvo ayer por la mañana a
diez inmigrantes del CETI (Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes). Está previsto que hoy sean trasladados a la
península, según ellos mismos explicaban a EL PUEBLO. Según
el procedimiento habitual, allí serán acogidos en los CIE
(Centro de Internamiento de Extranjeros) para después ser
deportados a sus países de origen.
Los jóvenes, que en torno a las 10.30 horas de ayer se
encontraban en la Comisaría ultimando la documentación
necesaria para el traslado, han pasado la noche en el
calabozo. La ocupación actual en el CETI es de 460
inmigrantes, según informan fuentes de la Delegación del
Gobierno.
Umar, 26 años, Guinea
Hoy cumplía Umar los cuatro meses de permanencia en Ceuta,
siempre en el CETI. Es uno de los diez inmigrantes que
parten hoy a la península para ser deportados. Era la
primera vez que Umar entraba en España, pero llegar le costó
más de lo que había imaginado.
De hecho, nunca pensó en Ceuta como destino. Umar, de 26
años y procedente de la República de Guinea-Bissau, país del
oeste de África que limita con Senegal, embarcó en su país
tras pagar 75.000 francos guineanos. El barco debía dejarlos
en España, relata el joven inmigrante, pero perdió el rumbo.
Tras 18 días en el mar, el barco llegó a la costa de
Marruecos. No era por lo que habían pagado. No pensaba
entonces que cruzar a Ceuta se fuese a convertir en un
asunto tan complicado.
Dos años y ocho meses fue el tiempo que Umar permaneció en
el país vecino, la mayor parte de este periodo estuvo
escondido en el bosque junto a otros inmigrantes.
El primer intento de cruzar a Ceuta fue fallido, también el
segundo, y así, hasta cinco. Finalmente, hace cuatro meses
logró acceder a Ceuta, junto a otros tres inmigrantes,
cruzando por la frontera del Tarajal, en la bahía sur.
“Siempre había muchos controles, pero al final entramos”,
explica el joven.
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