El general Julio Herrero Isla partió de Ceuta con dirección
al Líbano el pasado día 9, junto a la segunda dotación de
soldados del contingente ‘Libre Hidalgo XVI’. El domingo 12
asumió el mando de la Brigada Multinacional Este, una misión
que ha afrontado con “gran tranquilidad”. Al llegar allí, su
predecesor le habló de “los grandes esfuerzos” que hace ese
país para vivir en paz, así como de “la profesionalidad” de
sus Fuerzas Armadas. Desde su posición en el Líbano, y con
unos 4.500 efectivos a sus órdenes, el general Herrero
mantuvo una entrevista, vía correo electrónico, con EL
PUEBLO, en la que explica que el contingente español inspira
“un gran sentimiento de simpatía en la población local”.
Pregunta.- ¿Cuáles son sus sensaciones como general al
mando del Sector Este en el Líbano? ¿Cómo está afrontando
este nuevo reto?
Respuesta.- Como general español es un orgullo mandar esta
Brigada por un doble motivo: por un lado, ser agente de la
acción exterior de España y un apoyo continuo a los
esfuerzos del Gobierno de nuestra nación, en el marco de las
Naciones Unidas, además de por garantizar un entorno más
estable y seguro en el Sur de Líbano. Por otro lado, estar
al mando de una Brigada Multinacional en la que se encuadran
unas magníficas unidades de Ejércitos de India, Indonesia,
Nepal, Malasia, El Salvador y España supone para mí un gran
honor y una gran satisfacción que afronto con gran
tranquilidad.
P.- ¿Cuáles han sido sus primeras impresiones en los días
que lleva en el Líbano?
R.- Desde mi llegada he tenido ocasión de entrevistarme con
las principales autoridades administrativas, militares y
religiosas, y en todos los casos la acogida ha sido cordial
y amable, y la disposición plena para la colaboración. Puede
decirse que el contingente español inspira un gran
sentimiento de simpatía en la población local.
P.- ¿Se ha encontrado allí la situación que esperaba?
R.- La verdad es que sí. Previamente a mi incorporación, en
el mes de noviembre pasado, tuve la oportunidad de realizar
un completo reconocimiento de diez días, que me permitió
hacerme una idea bastante aproximada de la situación real,
la cual se mantiene en calma.
P.- ¿Cómo fue el acto de relevo del pasado día 12 y que
destaca de él? ¿Recibió algún consejo o recomendación por
parte del general al que ha sustituido?
R.- Para mí fue muy emotivo y es un inmenso honor hacerme
cargo del mando de una unidad multinacional constituida por
efectivos de ocho países que encuadra a casi 4.500 hombres y
mujeres. La presidencia del acto de transferencia de
autoridad, que correspondió al general jefe de UNIFIL, el
general Paolo Serra, la presencia del Embajador de España en
el Líbano y la asistencia de las autoridades civiles,
militares y religiosas de la zona contribuyeron notablemente
a la relevancia del mismo. Mi predecesor me ha hablado de
los grandes esfuerzos que hace este país para vivir en paz,
del recibimiento de verdaderos amigos que se dispensa al
contingente español y, por supuesto, de la profesionalidad
de las Fuerzas Armadas Libanesas y de su trabajo bien hecho.
P.- ¿Cómo se ha preparado para desarrollar esta misión en
el Líbano?
R.- Sin entrar en aspectos concretos, puedo asegurar que
todos los que formamos parte del contingente hemos seguido
un riguroso y completo plan de preparación, con ejercicios
similares a los que realizan los Ejércitos de nuestro
entorno para misiones en el exterior. Muchos ciudadanos han
podido ver durante estos seis meses precedentes a las
Unidades en distintos ejercicios y actividades relacionas
con la misión. Aprovecho para darles las gracias por su
paciencia y comprensión, ya que siempre las hemos
encontrado.
P.- ¿Cómo piensa que responderán en el exterior las
Fuerzas Armadas españolas?
R.- Sin duda alguna, de forma excepcional tanto en los
aspectos profesionales como en los humanos. Los soldados lo
han ido demostrando en esta misión de Naciones Unidas en
Líbano, en la que iniciamos la participación en septiembre
del año 2006. También lo han demostrado en otros escenarios
desde hace más de veinte años, cuando España comenzó a
desplegar contingentes en misiones en el exterior.
P.- ¿Cuáles son los puntos a favor y los puntos flacos
que tienen las tropas españolas desplegadas en el Líbano?
R.- Nuestras tropas siempre han sido admiradas por todos los
pueblos que han tenido ocasión de conocernos. Entre otros
motivos, por saber transmitir a nuestros semejantes nuestra
solidaridad, alegría, lengua y cultura, y sobre todo el
respeto a las culturas ajenas. En definitiva por saber
ganarnos su corazón y cariño.
P.- ¿Hasta qué punto puede entrañar realmente una
peligrosidad el desarrollo de esta misión?
R.- Cualquier operación en el exterior, ya sea de Naciones
Unidas o de cualquier otra Organización Internacional
entraña riesgos. Sin embargo, durante la preparación se
insiste en todos los aspectos relacionados con la seguridad
de nuestras tropas, que constituye mi primera prioridad, de
forma que se disminuyan los riesgos al mínimo.
P.- ¿Considera que ha faltado algún tipo de prueba en la
preparación de los soldados?
R.- La preparación del contingente es completa y abarca
todas las diferentes situaciones que nos podemos encontrar.
Si pensara que falta alguna prueba, no dude que estaría día
y noche preparándola. A zona de operaciones no se va a
aprender.
P.- ¿Cuál considera que pudo ser la principal motivación
de los soldados cuando decidieron solicitar integrar el
contingente ‘Libre Hidalgo XVI’?
R.- Los Cuadros de Mando y Tropa de la Brigada están
encuadrados en diversas Unidades de nuestro Ejército,
Infantería de Marina y Guardia Civil. Son sus Jefes los que
eligen los más adecuados a las necesidades del puesto, bien
sea por especialidad, idioma u otras causas. Hasta el
momento no conozco nadie desmotivado o que quiera darse de
baja.
P.- ¿Qué peso tiene en los soldados el incremento de los
sueldos en la decisión de querer ir al Líbano?
R.- El sueldo es el mismo, varían los complementos que
corresponden por estar desplegados en el exterior. En
cualquier caso y por mi experiencia en otras misiones no son
los aspectos económicos la principal motivación.
P.- ¿Piensa que es realmente necesaria la intervención de
España en este conflicto?
R.- La Ley Orgánica de la Defensa Nacional establece la
obligatoriedad de contar con la aprobación del Parlamento
para poder destacar contingentes en operaciones en el
exterior. En el caso de UNIFIL [Fuerza Provisional de las
Naciones Unidas en el Líbano, FPNUL en español], la
aprobación se obtuvo el 7 de septiembre de 2006 y fijó en
1.100 el límite máximo de efectivos a desplegar.
P.- Muchos de los soldados españoles desplegados en el
Líbano no manejan el idioma local, y otros ni siquiera el
inglés. ¿Cómo se maneja la comunicación durante la misión?
R.- No existe ningún tipo de problema en cuanto a la
comunicación con la población local o con el Ejército
libanés, con el que colaboramos, bien sea por medio de
intérprete o en inglés, y lo que es más importante, existe
una gran difusión del español en la zona, a través del
Instituto Cervantes y los numerosos alumnos que asisten a
las clases de español en sus localidades, impartidas por
personal de nuestro contingente de forma voluntaria.
P.- ¿Cuáles son las cualidades que mas valora en un
soldado?
R.- La disciplina, la lealtad y la subordinación.
P.- ¿Qué papel juegan las Fuerzas Armadas hoy en día?
R.- Como recoge el artículo 93 de las Reales Ordenanzas de
las Fuerzas Armadas, en relación a misiones en el exterior,
el militar lo hará como instrumento de la Nación española al
servicio de dichos fines en estrecha colaboración con los
Ejércitos aliados y en el marco de las organizaciones
internacionales de las que España forme parte.
P.- ¿Cuáles son sus aspiraciones en el Ejército español?
R.- Mis aspiraciones son las que he tenido toda la vida
desde que entré en el Ejército, prepararme lo mejor posible
profesional y humanamente para ser elegido por mis
superiores en aquellos destinos más adecuados a mis
cualidades, desde los que pudiera servir mejor a las Fuerzas
Armadas y, por lo tanto, a España.
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