La reforma laboral aprobada el viernes por el Consejo de
Ministros entró en vigor ayer. Para hacer frente a las
numerosas voces críticas que se han posicionado en contra de
esta reforma, el PP local salió ayer en su defensa
asegurando que estas medidas son las que España necesita
para detener la “sangría de destrucción de empleo” que lleva
sufriendo desde que empezó la crisis hace cuatro años,
apoyando fundamentalmente a las pequeñas y medianas empresas
(pymes), que abarcan el 85% del mercado laboral español.
Tanto Imbroda como Dueñas coincidieron en negar que esta
reforma laboral vaya a incentivar el despido, desmintiendo
así una de las ideas que más se han repetido desde el
viernes, debido al abaratamiento que se ha producido con
esta reforma laboral. Imbroda, en una entrevista con la Ser,
se preguntó por qué va a destruir empleo la reforma laboral,
ya que en su opinión puede servir más bien como acicate para
la contratación al liberar a los empresarios de “tener que
empeñar su vida para pagar al trabajador si no hay negocio”.
Precisamente a ese punto, la creación de negocio y actividad
económica es “lo fundamental” en estos momentos para nuestro
país, en el que también hay que aplicar una reforma
financiera “para poner a las entidades en su sitio, sanear
los activos y para que los balances marquen la realidad de
los activos”. Sobre esta cuestión, Imbroda avanzó que el
Gobierno está trabajando en una serie de medidas. Imbroda
respondió a las críticas que se han levantado contra la
reforma laboral asegurando que las medidas que ésta contiene
“van dedicadas totalmente” a los 5,3 millones de parados que
acumula España, un país que necesita ser más competitivo y
ofrecer sus productos y servicios a un precio igual o
inferior a los del resto de países. Mantener el sistema de
la Seguridad Social es el otro gran objetivo de la reforma
ya que, tal y como subrayó Imbroda, es necesario garantizar
las pensiones de los jubilados y beneficiarios de
prestaciones sociales ante la disminución de las
cotizaciones por la pérdida de puestos de trabajo en los
últimos años. Uno de los adjetivos en que Imbroda y Dueñas
coincidieron es en calificar esta reforma laboral como una
decisión valiente por parte del Gobierno central, debido a
la gravedad de la situación económica de nuestro país. Tanto
es así, que Imbroda llegó a comparar a España con un enfermo
terminal al que hay que salvar en el quirófano.
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