Los autobuses urbanos de Hadú
Almadraba han vuelto a sufrir la ira de los vándalos. Este
fin de semana han sido dos vehículos los que se han visto
afectados por sendos apedreamientos. Y no ha sido en el
Príncipe, sino en Erquicia y en O´Donnell, zonas que
‘aparentemente’ son tranquilas. Sin embargo, estos
delincuentes han decidido cebarse de nuevo con el transporte
público, tan necesario para los ciudadanos. Lo único que
provocan este tipo de actos es la preocupación e
incertidumbre, tanto de conductores como de viajeros, de si
algún día les dará una piedra en la cabeza. No tienen por
qué soportar las actitudes delictivas de unos pocos. Además,
en una situación de crisis, este sobrecoste en cambios de
lunas y otros arreglos supone a la empresa un problema
mayor.
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