Caballas solicita a la empresa municipal de la vivienda,
Emvicesa, fije un cupo específico para mujeres víctimas de
violencia de género, en base a lo establecido en la Ley
Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de Protección
Integral contra la Violencia de Género en su artículo 28,
‘Acceso a la vivienda y residencias públicas para mayores’,
en el cual se establece, según explica la Coalicción a
través de una nota de prensa, que estas mujeres deben ser
consideradas colectivos prioritarios en el acceso a
viviendas protegidas y residencias públicas para mayores.
“Del mismo modo, la Ordenanza sobre adjudicación de
viviendas promovidas con subvención de la Ciudad Autónoma y
que fue aprobado en el Boletín Oficial de la Ciudad de fecha
6 de octubre de 2006 establece en el artículo 13 un cupo de
reserva para víctimas de actos de violencia de género”,
explica Fatima Hamed Hossain, diputada de Caballas, quien
asegura que Emvicesa “no tiene establecido ningún cupo
específico” en este sentido, “pese al imperativo legal
existente”.
Hamed explica que la solicitante deberá acreditar, con una
resolución judicial, la orden de protección así como la
sentencia condenatoria o la vigencia de la orden de
protección. Asimismo, Caballas insta a la Ciudad a que
exista “una coordinación” entre el Centro Asesor de la Mujer
y Emvicesa, con el objetivo de tener “un mejor conocimiento”
y para poder atender “con un carácter preferente” todas las
demandas de aquellas mujeres víctimas que puedan resultar
beneficiadas de este cupo. “Esta coordinación es
absolutamente inexistente a la fecha”, apunta Caballas,
quien informa de que en 2011 fueron, aproximadamente sesenta
las mujeres con órdenes de alejamiento judiciales.
En otro orden de asuntos, Caballas manifiesta su “rotundo
rechazo” a la reforma laboral aprobada por el Gobierno del
PP, a la cual califica de “injusta e innecesaria”. “Estamos
ante una abolición de los derechos de los trabajadores que
va a facilitar el despido, provocar reducciones de salario y
precarizar las relaciones laborales, utilizando a los
parados como coartada”, explican.
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