El general de Brigada Alfonso García-Vaquero Pradal se
despidió ayer del Tercio ‘Duque de Alba’ nº2 de la Legión,
después de haberlo mandado los dos últimos años desde el
cargo de coronel. Su hermano Arturo, también general, fue el
encargado de imponerle la faja de su nuevo ascenso, una
prenda que perteneció a su abuelo.
Divertido y emotivo, “a lo Sancho Panza”, como él mismo
recordó. El general Alfonso García-Vaquero Pradal recibió
ayer de manos de su hermano Arturo la faja de general, un
cargo al que ha ascendido tras dos años como coronel jefe de
Tercio ‘Duque de Alba’ nº2 de la Legión. Una prenda que
perteneció a su abuelo y que desde ayer luce con orgullo.
“Hasta aquí hemos llegado mis queridos hermanos”, apuntó el
general. Después procedió a resumir una trayectoria que ha
estado unida a la Legión y a su cuna, Ceuta.
“La Legión es tu vida, lo sabemos todos”, le recordó su
hermano, quien aprovechó para aconsejarle que en su nuevo
puesto, en Canarias, sea “generoso y cercano” para poder
“percibir la realidad”. “Sal del despacho”, le instó. El
nuevo general se dirigió a familiares y amigos, a los que
enumeró y de los que recordó momentos compartidos. “El mejor
Tercio es siempre donde uno está, aunque en mi caso se tenga
el corazón ‘partío’, como Alejandro Sanz”, apuntó García
Vaquero.
Entre los consejos recibidos le resaltaron que los dos
borlones que colgaban de la faja familiar representaban los
méritos propios, pero también los de los soldados que iba a
mandar, y que por ello debía saber entrelazarlos bien.
También quiso felicitarlo el comandante general de Ceuta,
Ramón Martín-Ambrosio Merino, que fue el encargado, además,
de presidir la posterior formación militar que tuvo lugar en
el acuartelamiento ‘García Aldave’, con motivo del Sábado
Legionario.
El acto, en el que participaron la Plana Mayor de Mando,
Banda de Guerra y la IV Bandera ‘Cristo de Lepanto’ del
Tercio ‘Duque de Alba’, contó con la presencia de las
principales autoridades de la Ciudad, así como otros
representantes políticos. El general García-Vaquero volvió a
dirigirse a los presentes. Además de despedirse, quiso
dedicar unas palabras a los soldados despegados en el
Líbano.
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