Antonio Hernando ha sido elegido secretario de Relaciones
Institucionales y Política Autonómica tras el nombramiento
de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general del PSOE.
Su primera visita institucional tras el nombramiento ha
sido, esta semana, a Ceuta y Melilla. En su viaje a la
ciudad autónoma se reunió con la ejecutiva ceutí, de la que
destacó sus ganas de trabajar. Tras esta visita, Hernando
mantuvo, vía correo electrónico, una entrevista con EL
PUEBLO en la que resaltó que las medidas que está adoptando
el gobierno de Rajoy y los gobiernos autonómicos del PP
suponen “el más grave y profundo ataque al estado del
bienestar que se ha producido en la historia de nuestra
democracia”.
Pregunta.- Nueva ejecutiva del PSOE, ¿hacia dónde va el
socialismo en estos momentos?
Respuesta.- Una nueva ejecutiva a la que me siento orgulloso
de pertenecer. Se trata de un equipo fuerte y serio que
representa a todo el PSOE y con un líder a su cabeza para
estos duros momentos. Alfredo Pérez Rubalcaba es una persona
capacitada para relanzar el proyecto político del PSOE en el
siglo XXI. La prioridad en el tiempo inmediato va a ser el
empleo, Europa y la equidad, porque es necesario proponer
una salida justa de la crisis, haciendo una oposición útil.
Queremos recuperar la ilusión de muchos ciudadanos por el
PSOE, su confianza, y aunar fuerzas para trabajar todos en
una misma dirección. El socialismo español tiene que liderar
un nuevo proyecto socialdemócrata adaptado a las nuevas
preguntas que plantean los grandes desafíos del nuevo siglo.
Además, debemos salvaguardar una de nuestras señas de
identidad más apreciadas por la ciudadanía, que es el Estado
de Bienestar, especialmente en un momento en el que el
Gobierno de Mariano Rajoy ha empezado a recortarlo a grandes
zancadas. Estamos inmersos en la actual crisis como
consecuencia de las políticas conservadoras, por eso es el
capitalismo, como decía el presidente Sarkozy, el que tiene
que refundarse, y la socialdemocracia la que tiene que dar
nuevas respuestas para seguir representando un proyecto
político de progreso y justicia social.
P.- ¿Pero por qué Rubalcaba sí y Chacón no?
R.- Rubalcaba, sí, y Chacón, también. En el PSOE se trata de
sumar no de restar. Alfredo es nuestro secretario general, y
Carme, un gran valor para los socialistas. Esta nueva
Ejecutiva cuenta con todos los miembros del partido para
trabajar por los intereses de los ciudadanos que nos
necesitan. No estamos para despreciar a nadie, no nos sobran
ideas, ni talento, ni cuadros políticos. La actual Ejecutiva
no mira el carné de identidad de ningún militante, mira las
ganas de trabajar y de aportar a este proyecto centenario
que tanto ha cambiado España y la vida de los españoles.
Además, la democracia fortalece las instituciones en general
y los partidos en particular, por lo tanto, de este Congreso
el partido sale más fuerte y el secretario general y la
Ejecutiva más legitimada.
P.- ¿Cómo luchar contra el desencanto ciudadano después de
la gran derrota del 20-N?
R.- Sin duda, con mucho trabajo y haciendo un partido más
accesible para todos los ciudadanos, un partido donde se les
escuche y recoja sus aportaciones. El PSOE tiene que cambiar
su forma de relacionarse con la ciudadanía, nuestra manera
de relacionarnos y organizarnos entre nosotros, y también
debemos construir un nuevo proyecto político que conserve lo
mejor de lo que hemos hecho en más de 132 años de historia.
El PSOE debe cambiar mucho para seguir siendo el PSOE. De
forma inmediata tenemos que ser una oposición sólida en la
que se sientan representados todos los ciudadanos
progresistas. No debemos olvidar que siete millones de
españoles han depositado en las urnas su confianza en
nosotros y tenemos el compromiso y la responsabilidad de
representarles. Para ello vamos a realizar una oposición que
acuerde, discrepe y, cuando sea necesario, confronte
presentando alternativas y respuestas útiles.
P.- Cómo le explica a una juventud que está emigrando porque
no encuentra trabajo en su país que todos los políticos no
son unos corruptos?
R.- En este sentido no va a ayudar nada la sentencia
condenatoria al juez Baltasar Garzón, porque la ciudadanía y
esos jóvenes no van a entender que siendo la corrupción en
la esfera pública uno de los principales problemas de
nuestra democracia, se condene, precisamente, a uno de los
jueces que más ha hecho por perseguir a los corruptos, la
delincuencia organizada o el terrorismo. En todo caso, es
lamentable que muchos jóvenes tengan que buscar fuera de
España lo que no encuentran en su país. Existe la sensación
de que los jóvenes actuales van a vivir peor y tener menos
oportunidades que las que tuvieron sus padres. Y ese es un
sentimiento contra el que tenemos que combatir. Para ello,
España no puede afrontar la salida de la crisis sólo desde
le perspectiva de la contención del gasto, la austeridad o
el equilibrio presupuestario, sino teniendo en cuenta que
sólo crearemos empleo si somos capaces de relanzar la
economía y mejorar la productividad. Y para eso van a ser
necesario incentivos públicos de los que el Gobierno de
Mariano Rajoy no quiere saber nada. En todo caso, yo
animaría a los jóvenes a no resignarse y a luchar por lo que
creen.
P.- ¿El PP y el PSOE no son, al final, iguales?
R.- El PSOE y el PP ni somos iguales, ni tan siquiera
parecidos. Se ha visto en el pasado y se va a ver mucho más
en el futuro. No es lo mismo luchar durante décadas por
conseguir una sociedad más justa, garantizando derechos como
la sanidad y educación pública, que llegar al Gobierno y en
un mes imponer retrocesos de 30 años, o políticas que van a
deteriorar peligrosamente estos derechos. El PP y el PSOE
somos tan distintos como lo son nuestras ideologías, nuestra
historia y nuestras recetas para afrontar el nuevo siglo.
P.- Ceuta ha sido su primer viaje como miembro del equipo de
Rubalcaba, ¿qué impresiones le trasladaron los militantes
locales?
R.- En la reunión mantenida con la Comisión Ejecutiva
Regional Ceutí, he podido comprobar en primera persona que
el partido está ahora más vivo que nunca. Tenemos unos
dirigentes socialistas ceutíes con muchas ganas de trabajar
por su tierra, por sus gentes y lograr una Ceuta mejor. Los
militantes son una parte fundamental en nuestra
organización, ya que sin ellos, no hay partido y eso lo
sabemos muy bien en la Comisión Ejecutiva Federal. Son un
partido unido, fuerte y con ganas de participar y poder
mejorar su ciudad, por ello felicito la fuerza y el empuje
de esta federación en los tiempos difíciles que corren.
P.- Ha sido el diputado adscrito a Melilla y por lo tanto
conoce los problemas de las ciudades autónomas; sin embargo,
se tiende a meter a Ceuta y Melilla en el mismo saco,
¿cuáles son las principales diferencias entre ambas a la
hora de luchar por ellas desde Madrid?
R.- Se tiende a meter a Ceuta y Melilla juntas porque son
dos ciudades alejadas de la península, ambas enclavadas en
el norte de África, con algunos problemas similares y con
características coincidentes. Sin embargo, cada una de ellas
tiene su propia personalidad y circunstancias específicas.
Los gobiernos socialistas de Rodríguez Zapatero han atendido
a esos problemas comunes y han procurado adoptar medidas
adecuadas a la singularidad de cada una de las ciudades. Las
diferencias a la hora de desarrollar políticas económicas o
de infraestructuras deben basarse en las diferentes
necesidades de cada momento, ya que las dos ciudades son
igual de importantes para nosotros como partido. Por ese
motivo, Rubalcaba me encargó que mi primera visita como
secretario de política autonómica fuese a las ciudades
autónomas.
P.- ¿Cuáles considera que son los principales problemas a
los que se enfrenta Ceuta y cómo se va a trabajar para
solucionarlos desde la oposición?
R.- El paro, la pobreza y la mala gestión de los servicios
públicos locales. Desde la oposición, vamos a hacer un
trabajo constructivo, como el que me consta que ya están
realizando mis compañeros de la federación ceutí con José
Antonio Carracao a la cabeza. Es evidente que el trabajo que
se hace con tres diputados en la Asamblea es complicado
porque, ante una mayoría absoluta como la del PP, nuestras
propuestas y alternativas son rechazadas, pero nosotros
vamos a insistir en nuestro empeño. Vamos a responder con
alternativas y con soluciones aunque el Gobierno del Juan
José Vivas las desprecie. Queremos ser la voz de los ceutíes
que lo están pasando mal y que necesitan que alguien
defienda sus intereses. El PSOE ceutí está sensibilizado con
los problemas de los vecinos, está en contacto permanente
con la ciudadanía, visita los barrios de la ciudad, se
preocupa por conocer de cerca los problemas y las demandas
de los ciudadanos. Y creo que ese es el camino que nos
devolverá la confianza de la ciudadanía.
P.- ¿Vamos camino de que el trato sea igualitario en todas
las autonomías o hay diferencias?
R.- Cualquier ciudadano, viva en la comunidad autónoma en la
que viva, debe tener los mismos derechos y servicios, las
mismas prestaciones e idénticas oportunidades. El PP y sus
gobiernos autonómicos han entrado en una carrera de igualar
a la baja los derechos de los ciudadanos dependiendo de en
qué comunidad vivan, recortando prestaciones y deteriorando
el Estado del Bienestar, y eso es muy peligroso para la
cohesión social y territorial. Los socialistas queremos
tener la misma posición en todas las autonomías y decir lo
mismo, respecto a los grandes temas, con independencia de la
comunidad que se trate. Queremos recuperar un discurso
identificable como el discurso del PSOE en todo el Estado.
P.- ¿Qué dice el PSOE a la nueva reforma laboral?
R.- Esta reforma laboral es un auténtico decretazo. Se trata
de una reforma que facilita el despido de los trabajadores
y, en ningún caso, va a generar empleo. El Gobierno de Rajoy
ha optado por estimular el despido en lugar de estimular la
confianza y la contratación. Hay más de nueve millones de
españoles con un contrato ordinario a los que acaban de
reducir los derechos porque se ven afectados por esta
medida.
P.- ¿Hacia dónde nos lleva la reforma de la ley del aborto
propuesta por el Gobierno del PP?
R.- El actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón,
ya se ha metido en esos asuntos y lo ha hecho anunciando
hace unos días unas reformas con un profundo fondo
ideológico. La sustitución de la actual Ley del Aborto, que
es una ley de plazos, por una ley de supuestos, y esto
supone un retroceso de treinta años. Por otra parte, nos
decía que a partir de ahora los ciudadanos van a tener que
pagar por una segunda instancia, el copago judicial. Por
otra parte, está la cadena perpetua revisable o la elección
de los vocales del CGPJ de forma corporativa. Y qué me dice
de las piruetas políticas de Gallardón con respecto a la Ley
de Matrimonios Homosexuales sobre la cual el PP tiene
interpuesto un recurso de inconstitucionalidad. Esta actitud
destila un arraigado conservadurismo que ha hecho evidente
la falsa imagen progresista del actual ministro de Justicia.
En general, el Gobierno del PP está ofreciendo una
exhibición de ideología conservadora y de contrarreformas
para mantener la moral de su electorado, ante la mala marcha
de la economía. La reforma de la Ley del aborto, la posición
del Gobierno sobre la píldora del día después, las
contradicciones con el matrimonio homosexual o la supresión
de la asignatura de ‘Educación para la Ciudadanía’. No se
entiende este retroceso en años si no es porque han decidido
darle una buena dosis de ideología a su electorado para
compensar que los resultados económicos no son buenos…
P.- Recortes, copago, medidas de ajuste… ¿Hasta dónde se
puede apretar a la sociedad para salir de la crisis?
R.- El conjunto de medidas que está adoptando el gobierno de
Rajoy y los gobiernos autonómicos del PP suponen el más
grave y profundo ataque al estado del bienestar que se ha
producido en la historia de nuestra democracia. Desde los
años 80 el estado del bienestar ha ido ensanchándose y
consolidándose en el conjunto del Estado y en cada
autonomía. A veces ha crecido más rápido que otras, en
ocasiones ha detenido su crecimiento, pero nunca se habían
producido pasos a atrás como los que estamos viendo ahora.
El problema es que la marcha atrás supone peor salud, peor
educación, menos bienestar, especialmente para aquellos
ciudadanos y familias que no tienen alternativa a los
servicios públicos. Nosotros creemos que hay que equilibrar
las cuentas, reducir el déficit, pero no a costa de lo que
hemos tardado en construir durante treinta años.
P.- ¿Qué responsabilidad tiene el PSOE en esta situación y a
que se compromete ahora que asume un nuevo cargo?
R.- En los últimos años hemos vivido una situación económica
y financiera muy complicada, nosotros tomamos medidas
difíciles, algunas de ellas muy cuestionadas por la
ciudadanía, pero una cosa es reducir un año el salario de
los empleados públicos, que es una medida temporal y
transitoria, y otra muy distinta recortar derechos como la
sanidad, la educación o los servicios públicos. Nuestro
compromiso, y el mío personal, es trabajar todos los días
para defender los derechos de los ciudadanos, hacerme eco de
sus preocupaciones y de sus reivindicaciones, ser su voz en
el Parlamento, y presentar alternativas a las agresivas
políticas del Gobierno de Mariano Rajoy. Quiero ser útil
desde la oposición a los siete millones de personas que han
confiando en nosotros, y al resto de ciudadanos que no nos
han votado pero que piensan que el camino emprendido por
Rajoy es injusto y desequilibrado a la hora de repartir la
carga de la crisis.
P.- Cómo político, pero también como ciudadano, qué es lo
que más le preocupa en estos momentos?
R.- Sin lugar a dudas la principal preocupación es el
empleo. La situación de muchos trabajadores y familias es
dramática, incluso desesperada, y no vemos que las medidas
del Gobierno vayan a suponer una solución. Por eso queremos
insistir en la necesidad de que Mariano Rajoy corrija el
camino emprendido, adopte medidas de estímulo de la economía
porque será la única forma de reactivar la economía y crear
empleo. La segunda preocupación es que las cargas que vamos
a soportar para salir de la crisis se repartan
equitativamente, porque lo que se está percibiendo es una
falta de equidad manifiesta en las medidas de los gobiernos
del PP en España y en las comunidades y ciudades autónomas
gobernadas por la derecha.
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