“Un pequeño paso para el 061 pero un gran paso para la
sanidad ceutí”. Con estas palabras describía el director
territorial del Ingesa, Fernando Pérez-Padilla, lo que
significaba que el servicio de emergencias de la ciudad
recibiese ayer el certificado otorgado por la Sociedad
Española de Medicina y Seguridad del Trabajo (SEMST) y que
les distingue como ‘Espacio Cardioprotegido’. Así mismo,
Pérez-Padilla adelantó que espera que esta certificación sea
“el primer eslabón de una cadena de espacios
cardioprotegidos, no sólo en la sanidad sino en otros
servicios de la ciudad”, a los que aprovechó para
transmitirles su colaboración.
Esta distinción de garantía acredita al área del 061 en el
Hospital Universitario de Ceuta, así como a sus ambulancias,
como lugar que dispone de los elementos necesarios para
asistir a una persona en los primeros minutos tras una
parada cardiaca. Pérez-Padilla destacó la cualificación del
personal del 061 y la “comunicación directa” del servicio.
“Supone una gran alegría saber que contamos con el primer
espacio de estas características”, explicó el médico, quien
recordó que el certificado caduca en 2013.
La certificación llegó de la mano de la doctora Siham
Yaklousi, actual médico del 061, quien se encargó de
promover que esta distinción llegase al servicio de
ambulancias de Ceuta. José Luis Carmona, en representación
de los médicos, y Victor Ríos, por parte de los enfermeros,
fueron los encargados de recibir la certificación de
calidad.
Ante una parada cardiaca
“La única forma de conseguir una mayor supervivencia sobre
las víctimas de una parada cardiaca es un tratamiento
adecuado y precoz a través de una correcta resucitación
cardiopulmonar (RCP) y, por consiguiente, es necesario un
acceso rápido y fácil a los Desfibriladores Externos
Semiautomáticos (DESA), explica el ingesa.
Un ‘Espacio Cardioprotegido’ es aquel que cuenta con
desfibriladores externos semiautomáticos de fácil acceso
para los primeros intervinientes, con el objetivo de lograr
la desfibrilación antes de que haya transcurrido el tiempo
máximo recomendable desde que ha ocurrido el paro cardiaco.
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