Resulta muy significativo el que
la primera visita oficial del Secretario Antonio Hernando
haya sido a esta ciudad, significativo por el gesto de
deferencia que conlleva pero no extraño porque este político
tuvo una importante intervención en la consecución de las
bonificaciones de la Seguridad Social, que siempre tendrán
que ser consideradas cómo un logro conjunto Vivas-Carracao.
Por otra parte Antonio Hernando siempre ha demostrado una
gran afinidad con los socialistas ceutíes y conoce muy a
fondo los problemas de esta ciudad, mostrando su
preocupación por las cifras de desempleados y por el fracaso
y el abandono escolar.
Por lo demás, exquisita corrección política, contención en
el lenguaje, ni el mínimo vestigio de acritud ante el
Gobierno de Mariano Rajoy e idéntico feeling con las cámaras
que su colega Carracao, siempre dentro de la línea JASP
(jóvenes aunque sobradamente preparados) del PSOE, que nada
tienen que ver con el desagradable Rubalcaba y que ejercen
de encantadores de serpientes, difíciles de batir en las
distancias cortas. Lo que parece tener claro el nuevo
Secretario de Política Institucional es “el factor Carracao”
a la hora de evaluar cómo ascendieron en votos en las
pasadas autonómicas y así mismo cómo el líder socialista
ceutí es considerado como el líder natural de la oposición
en el Palacio de la Asamblea, aunque sentados junto a los
socialistas aparezcan los localistas que suman un escaño
más, pero que no consiguen sacar adelante ni un porcentaje
mínimo de las propuestas que sí consigue hacer aceptar el
socialista.
Antonio Hernando parece seguir similar estrategia de evitar
confrontaciones y enfrentamientos y llevar adelante ideas y
proyectos desde el diálogo y las ideas haciendo continua
referencia a una “oposición beneficiosa” en la que si
existen diferencias se van a exponer y si hay posturas
distintas cada cual defenderá las suyas, pero se ve la línea
que marcan los “Manuales de Estilo” porque, en el fondo y en
la forma, esta nueva generación de socialistas es
esencialmente sibilina y aunque con un amplio despliegue de
argumentaciones y riguroso cumplimiento de las normas
protocolarias, cuando quieren defender una alternativa
“entran al trapo” por mucho que traten de disimular.
¿Lo que Hernando podría haber omitido en una ciudad
tradicional como es Ceuta? La alusión a las reformas que van
a experimentar las leyes del aborto y que los socialistas
califican de “involución”, porque el tema de la concepción
que cada ciudadano tiene del derecho a la vida es materia
“altamente sensible” y el aborto despierta un tipo de
sensibilidades que sí hay que respetar. ¿Otro tema
innecesario? La píldora del día después porque entramos en
los terrenos de riesgo o no riesgo para la salud y así mismo
de frivolización de la contracepción y esos vericuetos
también levantan sarpullidos entre la mayoría.
¿Un recordatorio directamente dirigido al Secretario
Hernando? Preguntarle si en Madrid son conscientes de la
labor y de la manera de actuar que han hecho del socialista
Carracao uno de los políticos más queridos en una ciudad que
es cuna del conservadurismo como Ceuta. El de Madrid dio un
sí con la boca pequeña y daba la sensación de que estaba
pensando que todos los allí presentes cuestionábamos su
puesto político y opinábamos de manera genérica que José
Antonio Carracao lo desempeñaría mejor. ¿Qué necesita
demostrar en Madrid el líder ceutí? ¿O es que piensa
Rubalcaba enviarle a Papúa Nueva Guinea para que abra allí
una sede y relance el socialismo en Oceanía? ¡Menos visitas
institucionales y más nombrar a socialistas de Ceuta para
altos cargos!
Pero la comparecencia de Hernando no defraudó con su mensaje
de llevar a cabo “una oposición leal y exigente”. Por ahí
van bien.
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