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OPINIÓN - VIERNES, 10 DE FEBRERO DE 2012

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
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Ante las circunstancias que estamos atravesando con una crisis galopante y más de cinco millones de parados, al Gobierno le urgen los plazos para realizar las reformas necesarias. Rajoy, ante todo esto, no dispone ni de los 100 días de gracia que se les dan a todos los Gobiernos entrantes.

Mucho antes de este plazo su Gobierno, en el próximo Consejo de Ministros, va a tener que aprobar la reforma laboral, que dada la situación de paro con más de cinco millones de parados es una piedra de toque de la voluntad reformista del Partido Popular.

El BCE, exige la Gobierno español una nueva modalidad de contratos para jóvenes con una indemnización por despido menor que la actual que está en 33 días y convenio negociados por cada una de las empresas con el trabajador.

Esta misma exigencia, al parecer, se le hizo al entonces presidente del Gobierno, Zapatero, que tiró por la calle de en medio para no molestar a los agentes sociales. Eludió la petición por miedo a un enfrentamiento con los sindicatos y optó por reformar la Constitución para que el BCE ayudara a España.

Rajoy tiene la obligación de coger, como vulgarmente se dice, “el toro por los cuernos” y ajustarse a esa realidad ineludible que le exige el BCE para combatir el desempleo, sobre todo entre los jóvenes, que quizás se vean abocados a ganar menos y los trabajadores vean aumentada sus años para llegar a la jubilación, en caso que persista el déficit de la Seguridad Social.

Rajoy ha dicho una frase en Bruselas, que ha sido comentada por todos los medios de comunicación: “Se que estas reformas me van a costar una huelga general”.

La pregunta es, por qué le van a hacer una huelga general los sindicatos, si no la han llevado a cabo con el anterior Gobierno, que elevó el número de parados a porcentajes jamás conocidos en España desde la llegada de la democracia.

No tiene sentido alguno, que no habiéndole realizado una huelga general al Gobierno que más personas llevó al paro, batiendo auténticos récords de parados, se le haga una huelga general a quien con una reforma laboral, va a intentar que trabajen el mayor número de jóvenes y reducir el paro.

No sólo se ha de luchar por aquellos que ya tienen un puesto de trabajo para que consigan, cada año, una mejora al menos económica., No es eso, si hay que luchar por alguien, es con todas las fuerzas, por aquellos que no tienen trabajo, para que tengan la oportunidad de tenerlo.

Y es curioso el poder comprobar como los jóvenes, en su mayoría, están dispuestos cobrar un salario menor que el salario interprofesional con tal de tener un trabajo. Porque la juventud lo que quiere es trabajar y tener algo de dinero en sus bolsillos, con lo cual aumentaría el consumo y los padres ahorrarían ese dinero que han de dar, en ocasiones haciendo un gran esfuerzos, para que sus hijos pueda salir un fin de semana.

Sin ese dinero que desembolsar para sus hijos, se tendría más dinero para consumir y, a la vez, esos jóvenes incluso podrían ayudar a sus padres. ¿O no?
 

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