La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Cádiz en
Ceuta acogió ayer el juicio en el que se acusaba a A.A. de
un delito contra los derechos contra los ciudadanos
extranjeros, por el que la fiscal ofreció una conformidad de
ocho años de cárcel. Sin embargo, el acusado defendió que
desconocía la existencia del extranjero en su vehículo,
versión ratificada por el propio inmigrante cuando declaró
en instrucción.
Cuando A.A. se sentó en el banquillo de los acusados de la
sala de la Audiencia Provincial, su titular le preguntó si
estaba conforme con la pena que para el solicitaba la fiscal
de ocho años de prisión por un delito contra los derechos de
los ciudadanos extranjeros. Una condena “excesiva” para su
abogado defensor, que incluso se quejó en sus conclusiones a
la Sala por no entender el criterio que siguía Fiscalía para
pedirla.
Los hechos se remontan al pasado 25 de noviembre, cuando el
acusado se disponía a embarcar en el buque de las 14.30
horas hacia la península. Tras pasar el control de la
Guardia Civil, la Policía Nacional registró el vehículo que
conducía. Una furgoneta Volkswagen en la que descubrieron un
habitáculo bajo el asiento trasero donde descubrieron a un
inmigrante ilegal. El imputado dijo desconocer cómo este
hombre había llegado hasta su coche. Según expuso ante la
Sala, la única oportunidad que tuvo el inmigrante fue
colarse en el habitáculo mientras el hacía unas compras en
el Eroski, antes de ir al puerto.
El propietario del vehículo reconoció haber cerrado la parte
inferior del asiento trasero con chapa para evitar que le
robaran la chatarra y herramientas que suele transportar
desde Almería hasta Tánger. Este fue el motivo por el que
había viajado hacia Marruecos antes de ser detenido, según
explicó ayer el imputado. Sin embargo, para Fiscalía quedó
probado durante la vista que A.A. conocía la presencia del
inmigrante y que este fue el objetivo del viaje. Además, la
fiscal solicitaba que se aplicara el agravante de peligro
para la vida del extranjero, que viajaba en un habitáculo de
pequeñas dimensiones, tal y como relataron los agentes de
Policía Nacional. La defensa discutió este agravante y dijo
no entender el criterio para aplicarlo. Además, pidió una
sentencia absolutoria para su cliente cuya versión
ratificaba el inmigrante cuando declaró en instrucción.
Declaración que ayer se leyó en la vista oral, ya que el
extranjero no acudió a los juzgados. El juicio ha quedado
visto para sentencia.
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