Ayer subieron levemente las temperaturas pero ya hay
anunciada una nueva ola de frío del norte que derrumbará el
mercurio en los termómetros y nos hará interrogarnos por las
razones de la progresiva modificación de las estaciones que
cada vez parece que llegan con más retraso. ¿Con pocos
grados en las calles hay alguien que tenga “cuerpo” de moda
de primavera? De hecho si e tiempo sigue así el mes de
marzo, incluso a finales, no se augura excesivamente
primaveral y no digamos abril. De ahí que los tiburones de
las grandes franquicias hagan coincidir las rebajas de
invierno con la salida de una nueva colección intermedia con
la “auténtica” de primavera que saldrá en marzo-abril. ¿Y
qué cuentan que viene para la temporada? Pues según quien,
porque existen tendencias para todos los gustos aunque las
más elegantes siguen optando por los colores “poudre” y
neutros lo que nos hace recordar la moda inspirada en “Cisne
negro” del pasado año. De hecho el look un poco pasteloso de
las bailarinas parece que ha llegado para quedarse, porque
son colores que siempre resultan elegantes, mientras que
cualquier guiño a los colores ácidos de los 80 suele tener
muy poca aceptación porque los “fosforitos” pueden ser
cualquier cosa menos “glamourosos”, pasa con ellos como con
las lycras y las mallas que nacieron siendo poligoneras y
ahí se han quedado. ¿Novedad dentro de los tonos pastel?
llega un verde manzana muy pálido, hasta el punto de que se
olvida que es verde, vainillas, marfiles y tonos bebé y
luego en el otro extremo de los extremadamente vulgar está
una especie de guiño al gótico con corsés de apariencia
incómoda pero que resultan ideales si se quiere ir
disfrazada de “ama dominante” en plena sesión de “sado”.
Pero en esta primavera todo dependerá del estilo de vida que
lleve cada cual y antes de el estilo de vida, del
presupuesto aunque existen marcas de precio medio que son
capaces de sacar al mercado prendas superiores a las de las
franquicias. Por ejemplo Dorothy Perkins en La Cañada que si
tiene en sus percheros lo que aparece en las revistas está
diseñando unas colecciones de vestidos tipo Princesa Kate,
muy ingleses y que son una monería para quienes se pongan
faldas. ¡Quien pudiera! ¿Que muchas mujeres optamos por el
sempiterno pantalón para ir a trabajar? ¿Y se creen que es
por gusto? De eso nada y lo estoy escribiendo en mi nueva
novela “Reinventarse a +56”, es que para ponerse una falda,
unas medias y un buen tacón hay que tener mucha energía,
igual que para participar en un marathon. ¿Ustedes creen que
no se me parte el corazón cuando mis hijos me dicen que les
gustaría tener a una madre que vistiera como la Preysler o
como Nati Abascal? Pero cuando se está un poco fatigada
parece que los zapatos planos con cordones son un
instrumento cómodo para andar, con los pantalones no hay
problemas de postura al sentarse, con las estrecheces te
puedes llegar a herniar y los escotes mejor para quienes
“estén en el mercado”. Y siguiendo con mi tema de marcas
primaverales habrá que ver lo que lanza la versión
aristocrática de H&M que es COS y está en Madrid ¿Bolsos?
Divinos de la muerte los nuevos de Tous en tonos muy
primaverales y en diferentes versiones con predominio del
color rosa ¿Y las gafas transparentes también de Tous
bicolor y haciendo juego con el bolso? Por cierto saldrán
jeans de todos los colores y para las clásicas mejor
combinarlos con un sencillo polo de Lacoste y un blazer , no
el de Lacoste porque es una marca que se ha encarecido
mucho, mejor un blazer de Zara siempre que se le cambie el
forro de las mangas por otro distinto y más historiado.
Ahora lo fashion es comprar blazers de colores y barateros
pero hacer forrar las mangas con telas de fantasía o liberty
para que se vean cuando la chaqueta vaya remangada. ¿Pero es
que se pueden tener ganas de hablar de moda primaveral
cuando el viento helado hace huir a la gente de las calles?
Ciertamente no, pero las pasarelas existen y los avances
existen y de aquí a mes y medio ya estaremos todas hartas de
ropa invernal. El 21 de marzo es primavera, no me canso de
repetirlo a ver si me convenzo y convenzo de paso al tiempo.
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