Aquí podemos quejarnos con la boca pequeña, porque la ola de
frío que ha atravesado la Península, nos ha afectado de
soslayo, aunque han bajado las temperaturas hasta el extremo
de que podemos afirmar que estamos viviendo los días más
gélidos de este invierno. Pero al menos no hemos sufrido los
fuertes vientos que han golpeado el Mediterráneo con rachas
de 100 km. en Cataluña y Baleares y con la isla de Menorca
aislada por mar. Hasta en Málaga sufrieron hace un par de
noches una especie de vendaval que arrancó antenas y causó
daños, llegando a estar de madrugada a 0 º.
Así vemos que el frío polar ha hecho alguna incursión en
esta orilla, pero los rigores se los han quedado en la
Península, en su mayor parte nevada y helada y no así en
Canarias donde la gente está en la playa a 20 º y
disfrutando por la noche de los carnavales, con las chicas
vestidas de cariocas y bailando en bikini. Pero el problema
no son los fríos de febrerillo “corto y loquillo” sino que
los virus catarrales se han desatado en toda la geografía y
en las farmacias existe el riesgo de que se agoten los
paracetamoles. Ahora vamos a remitirnos a la Teoría de la
Conspiración, porque ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI
con los mayores adelantos no se haya desarrollado una vacuna
definitiva contra un virus tan simple como el del
resfriado?. Los conspiranoicos apuntamos a que “sí existe”
esa vacuna por vía oral y nasal capaz de abatir al virus en
una hora, pero la patente ha sido adquirida por las
multinacionales farmacéuticas que no pueden permitirse la
pérdida de millones de euros en medicamentos para el
catarro. Ya se sabe que cuando un hallazgo científico
aparece este sale o no sale al mercado según interese o no a
las multinacionales. Cómo la vacuna contra las caries que no
interesa porque el mundo de las clínicas odontológicas
sufriría una convulsión y también dejarían de venderse
muchos antibióticos, así que estamos atrapados por los
intereses de las multinacionales y al igual que de cualquier
Gobierno despótico “se puede salir” con una revolución, una
guerra o el paso del tiempo, de las multinacionales no nos
libraremos jamás si no es por la vía de que los científicos
divulguen sus descubrimientos por internet y vendan sus
remedios a través de la red. ¿Que dicen? ¿Que la
Conspiración nada tiene que ver con la ola de frío polar? Se
equivocan, con vacunas anticatarrales no nos resfriaríamos y
ello repercutiría en el trabajo ya que los resfriados y las
gripes causan un gran absentismo laboral en estas fechas. Y
si no existiera una Conspiración Mundial para que dependamos
del petróleo, las energías alternativas estarían viviendo su
Siglo de Oro y el propio Gobierno subvencionaría la
instalación de placas solares con las que tendríamos luz y
calor gratis e iría levantando los molinillos de la energía
eólica por doquier, siempre y cuando no fuera lugar de paso
de las aves migratorias y con la incineración de la basura
también se obtendría energía. Pero el petróleo interesa
porque es una forma de chupar impuestos indirectos y “todo”
en general interesa que esté como está. Los de la Teoría de
la Conspiración nos ufanamos, no obstante, al comprobar que
el Gobierno Mundial que se encuentra en las sombras lo puede
dominar “casi” todo y en ese “casi” están las ingobernables
fuerzas de la naturaleza. ¿Quien puede detener un terremoto
o un maremoto por mucho que mueva hilos y conspire a todo
conspirar? ¿Puede tal vez taponarse el cráter de un volcán
para que no escupa lava ni suelte fumarolas? ¿Y quien puede
domesticar a un buen huracán? ¿O acaso pueden parar en los
Pirineos las periódicas olas invernales de frío polar cómo
la que en estos días ha asolado y congelado la Península?.
Contra las fuerzas de la naturaleza existe poca defensa,
pero si existen previsiones y paliativos para que esos
fenómenos afecten lo menos posible. Edificios con cimientos
especiales anti sísmicos, equipos meteorológicos en buenos
laboratorios para anticipar las catástrofes, casas
inteligentes que aprovechen las nuevas energías para
calentarse y que los científicos cuando culminen un hallazgo
lo publiquen por la red antes de que caiga en manos de las
multinacionales. De esta manera si llega el frío polar
estaremos blindados por antivirales o retrovirales o cómo se
llamen los remedios que abaten a los virus y podremos
incluso bañarnos en playas nevadas, como hacen algunos
valientes en el norte de España, sin agarrar ni un
enfriamiento. ¿Consuelo? Que anuncian los del tiempo que el
frío comenzará a remitir y, por cierto ¡El día 21 del mes
que viene comienza la primavera! Así que falta nada y menos
para el cambio de estación.
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