El ministro de Exteriores marroquí, Saadedin al Othmani,
visitó España el pasado viernes en su primer viaje oficial a
Europa. Mantuvo un encuentro con su homólogo español, José
Manuel García-Margallo, y fue recibido por el Rey y el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Al Otmani, que
preside el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo
(PJD), cree en la relación de amistad y vecindad de España y
Marruecos, y considera que con diálogo entre las partes y
las «cartas encima de la mesa» se pueden superar todas las
desavenencias. Incluso opina que el «escollo» de Ceuta y
Melilla «no debe ser problema para avanzar en otras muchas
cuestiones».
Pregunta.- Desde que ha sido nombrado ministro de Asuntos
Exteriores no ha dejado de viajar...
Respuesta.- Es mi obligación, hablar, dialogar. Mi gobierno
mantiene la tradicional orientación diplomática de
Marruecos, pero cada vez más adaptada a un mundo
globalizado. De hecho buscamos una relación equilibrada con
la Unión Europea y los Estados Unidos, además del mundo
árabe y musulmán, África y también China. Turquía está
ofreciendo un modelo interesante y, contando incluso con
España, pienso que debemos prestar más atención a América
del Sur. Fue muy fructífero el encuentro en Túnez, con
Argelia creo que hemos avanzado y en breve quizás podamos
superar escollos pendientes.
P.- Conoce nuestro país desde 2005 y España es el primer
país europeo al que gira una visita oficial. ¿Tiene eso
algún significado?
R.- Además de ser nuestro segundo socio comercial, con un
volumen de intercambios en comercio exterior que superó los
seis mil millones de euros en 2010 y 2011, aunque el balance
comercial es tradicionalmente deficitario para Marruecos,
con España nos une la geografía y siglos de una rica
historia compartida. Además, el primer viaje de cada nuevo
presidente español es siempre a Marruecos. Al menos por mi
parte, he intentado corresponder. Lo que está muy claro es
que, pese a lógicas diferencias como vecinos, España y
Marruecos comparten riesgos y alternativas comunes, nuestra
alianza estratégica está muy por encima de desavenencias
puntuales. Tenemos aun mucho por construir en común, además
de una sólida convivencia.
P.- ¿Quiere decir eso que el primer viaje a Europa del jefe
del gobierno marroquí, Abdelilah Benkirán, será también a
España…?
R.- Inch´Alah! (¡Si Dios quiere!).
P.- ¿Qué le parece ser recibido por el rey de España? No
suele ser lo usual en esta situación.
R.- Es sin duda un gran honor para mí y para mi país.
Recuerdo también que Sus Majestades Mohamed VI y el rey Juan
Carlos tienen casi una relación familiar, muy afectiva y
estrecha, entre ellos.
P.- El Magreb está en ebullición y pronto volverá la
primavera. ¿Cómo ve a Marruecos en el contexto de las
revueltas árabes?
R.- Usted ha podido verlo, aquí hay una libertad notable
para manifestarse, como el 20 de febrero en Rabat. Pero el
pueblo marroquí es maduro, nadie quiere volver al pasado y
bajo el impulso de Su Majestad el rey Mohamed VI con su
discurso del 9 de marzo, el país ha encarado una batería de
respuestas que, lógicamente, lleva un tiempo para su
aplicación: hay una nueva Constitución, aprobada por un
amplio consenso y unas elecciones libres en las que
nosotros, el PJD, resultó claro vencedor. La monarquía
marroquí no ha sido nunca puesta en entredicho. El gran reto
para el desarrollo del país es dar salida a la problemática
social y consolidar una clase media, la mejor garantía para
la estabilidad. Estamos en camino, Su Majestad está
firmemente comprometido con su pueblo y mi gobierno sabe
bien para qué se le ha votado: para solucionar los problemas
de los marroquíes.
P.- Una de sus prioridades parece ser impulsar la Unión del
Magreb Árabe. Pero buena parte del Magreb es en gran medida
beréber o amazigh como se dice ahora. ¿No ayudaría hablar
solo de una Unión del Magreb o Magrebí, a imitación de la
Unión Europea?
R.- Es una pregunta interesante pero el problema es más
político y económico que semántico. Para construir juntos,
todos los países del Magreb debemos ceder un poco en
nuestros derechos, como han hecho ustedes en Europa. Es
cuestión de tiempo. La realidad amazigh se está abriendo
camino, en Marruecos hay desde hace años un Instituto Real
Amazigh y la nueva Constitución recoge y protege las
tradicionales reivindicaciones amazighes.
P.- Usted es de origen beréber y francófono, pero intuyo que
parece sentirse más a gusto en España que en Francia.
R.- Sí, mi familia es amazigh y ésta es una de las señales
de mi triple identidad, junto a la islámica y la marroquí.
Francia es un gran país y el primer socio de Marruecos
aunque, efectivamente, yo siento un gran afecto por España y
debo subrayar que siempre que he viajado allí me he
encontrado como en casa, siendo muy bien acogido. También
pesan en la balanza las raíces comunes, España y Marruecos
son países que se complementan, estamos uno al lado del
otro, debemos encarar el siglo XXI marchando juntos.
P.- El año que viene están previstas elecciones comunales
(municipales) en Marruecos. ¿Podrán votar ésta vez en ellas
los marroquíes residentes en el extranjero, los MRE?.
R.- En ello se está. Son ciudadanos marroquíes y tienen todo
el derecho a estar representados políticamente
P.- En España hay más de un millón cien mil musulmanes, el
noventa por ciento de ellos marroquíes y un buen puñado aun
sin regularizar. ¿Se le ocurre alguna idea?
R.- Lamentablemente y junto a millones de españoles, el paro
ha prendido en ellos y muchos se están repatriando. Sabemos
y agradecemos que más de cien mil emigrantes marroquíes
gocen de ayudas sociales, cosa que agradecemos máxime en un
momento de recesión tan duro para España. También ha ayudado
la política subvencionada del “retorno voluntario”. Algo
debemos estudiar.
P.- ¿Es Marruecos un país seguro, incluso jurídicamente,
para la inversión de las empresas españolas? Hay ciertas
inquietudes al respecto por parte del empresariado español.
R.- Sin duda siempre hay cosas que mejorar, pero el
empresariado español debe saber que es muy bien recibido en
Marruecos. También nos está golpeando la crisis mundial,
pero nuestra economía mantiene un buen ritmo de crecimiento
y Marruecos es un estado de derecho y ofrece muchas
oportunidades. Hay ya centenares de empresas españolas en mi
país en el sector inmobiliario, del automóvil, del turismo y
también de la banca, que han contribuido a generar más de
quince mil empleos, eso es muy importante para nosotros. Y
vamos a cuidarlo e impulsarlo.
P.- España tiene un alto interés en el acuerdo pesquero a la
vez que muestra ciertas reticencias al acuerdo agrícola. ¿Se
pueden compaginar ambos intereses?
R.- Hay que hablarlo todo. Recuerdo que en un contexto de
nuestras relaciones un tanto complicado, cuando la crisis
del buque “Prestige” en La Coruña, Su Majestad Mohamed VI
invitó a los pesqueros gallegos a faenar en nuestras aguas.
Debemos buscar un equilibrio, beneficioso para ambas partes,
eso es lo justo. Somos vecinos, somos amigos, tenemos que
ayudarnos mutuamente.
P.- Uno de los asuntos pendientes es la delimitación de las
aguas territoriales, por ejemplo en Canarias. ¿La “mediana”
es una solución?
R.- Hay muchas cosas por hablar y buscar un acuerdo. Se
puede también abordar el aprovechamiento de recursos de
forma conjunta, es una de las posibilidades. Marruecos como
España son países respetuosos del Derecho Internacional, esa
es una referencia.
P.- ¿Qué le diría a los españoles sobre el Sáhara
Occidental, las Provincias del Sur para los marroquíes?.
R.- Las Provincias del Sur están tan ancladas en nuestro
sistema administrativo territorial como Andalucía o Navarra
para ustedes. La propuesta marroquí de Autonomía es muy
amplia. Además la región es cada vez más inestable, ahí está
el preocupante terrorismo del Sahel, con europeos y
españoles secuestrados por organizaciones satélites de Al
Qaïda en el Magreb Islámico (AQMI). Por otro lado, cada vez
más tribus saharauis están volviendo a Marruecos, lo de
Tinduf es un drama humano y sin futuro a medio plazo,
¡también ha habido Primavera Árabe y revueltas juveniles en
el seno del Polisario!. Marruecos nunca ha asesinado a
ciudadanos españoles, el Frente Polisario como usted sabe
sí, ametralló incluso pesqueros.
P.- ¿Y la tradicional reclamación sobre Ceuta y Melilla?.
España está allí asentada desde hace más de quinientos años
y ambas ciudades no llegan en conjunto a los 40 km2. Por el
contrario, en el siglo pasado Francia les arrebató varios
centenares de miles de kilómetros cuadrados que incluyó en
la actual Argelia.
R.- Ceuta y Melilla es una reivindicación histórica
marroquí, que confiamos resolver con el tiempo y en el marco
de una buena amistad. Y desde luego ese escollo no debe ser
problema para avanzar en otras muchas cuestiones. Insisto en
el diálogo.
P.- Solo en 2011, forzaron la entrada en Ceuta desde
Marruecos más de 1.250 emigrantes clandestinos, más del
doble que en 2010. Con todos los controles que hay, ¿cómo es
posible?
R.- Puede haber situaciones locales que en un momento dado
se desborden. Pero en cualquier caso me consta que desde
finales de 2011 Marruecos ha implementado notablemente las
medidas de seguridad en el perímetro fronterizo, es público
y notorio. Hacen falta más efectivos humanos uniformados y
estamos buscando la forma de que se establezcan
permanentemente en la zona. El Reino de Marruecos asume sus
compromisos de control migratorio.
P.- ¿Es el terrorismo islamista una amenaza para Marruecos y
los países occidentales?.
R.- Yo no lo definiría exactamente como “islamista”,
emplearía más bien los términos “terrorismo global”. El
Islam está contra el terrorismo y condena sin paliativos el
asesinato de mujeres, de niños y de civiles. No es lícito
manipular versos del Sagrado Corán y sacarlos de su
contexto. Sin duda pueden cometer aun actos terroristas en
varios lugares, pero nunca conseguirán su objetivo. Mire,
aun sueño a veces con los terribles atentados de Casablanca
y Madrid, mi emocionado encuentro en España con las familias
de las víctimas del 11-M ha dejado un recuerdo imborrable en
mi ánimo.
P.- Se habla de “soluciones imaginativas” para algunos
contenciosos pendientes entre los dos países. ¿Se le ocurre
alguna?
R.- Como ya dije en Madrid en 2005, usted se acordará,
debemos coordinar conjuntamente la lucha contra la
inmigración ilegal y el tráfico de drogas, el crimen
organizado y el terrorismo, que amenazan conjuntamente
nuestra estabilidad y seguridad. Debemos encarar la
problemática de estos fenómenos lacerantes con amplitud de
miras y sin reservas, hoy día un país solo se ve impotente
para abordarlos. Nuestra vecindad obliga a España y a
Marruecos a implementar políticas comunes. Debemos explorar
nuevas aproximaciones a nuestras relaciones bilaterales, la
geografía nos ha puesto de vecinos, tenemos profundos lazos
históricos y por nuestra estabilidad y el futuro de las
próximas generaciones, marroquíes y españoles estamos
“obligados” a cooperar lealmente. ¿Problemas comunes…? Es la
vida y entre vecinos siempre hay problemas. Debemos hablar,
hablar y hablar, poniendo ambas partes como ustedes dicen
las cartas encima de la mesa, creo profundamente en el
diálogo. Mire, Francia y Alemania sufrieron dos guerras
mundiales, con millones de muertos por medio, el asunto de
Alsacia y Lorena y ahora se habla de un eje franco-alemán.
¿Por qué no podemos alcanzar un eje hispano-marroquí?. Los
contenciosos pendientes no deben frenarnos en anudar
acuerdos, la vida sigue, los países siguen, España y
Marruecos deben mirar confiados al futuro.
P.- ¿Qué espera Marruecos de España?
R.- Como dijo el presidente Rajoy en su investidura ante el
Parlamento español, hay que consolidar un partenariado
privilegiado y reforzar nuestro Tratado de Amistad y
Cooperación, firmado en julio de 1991 y que expira en unos
meses. Como sabe ya está en marcha una nueva RAN, Reunión de
Alto Nivel, que debemos protocolizar periódicamente. Por lo
demás ambos países ocupan una posición geoestratégica
formidable, de importancia mundial: España es la puerta de
Europa para Marruecos y Marruecos la entrada de África.
Debemos gestionar con inteligencia éstas oportunidades,
además de consolidad la estabilidad en la rivera sur del
Mediterráneo. La estabilidad del norte de Europa también
depende de ello. Por mi parte, le garantizo que haré cuanto
esté en mi mano para conseguir unas relaciones bilaterales
fluidas y lo más beneficiosas posibles para ambos países,
usted me conoce, viajo a España con una sonrisa y la mano
tendida.
P.- Usted ha sido varios años secretario general y
actualmente presidente del Consejo Nacional de una formación
islamista parlamentaria, comprometida con el juego
democrático, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD).
¿Tienen más empatía con el Partido Popular o con formaciones
políticas de izquierda?.
R.- Tenemos un gran respeto por lo que voten
democráticamente los españoles. Ahora bien, sin duda por sus
raíces religiosas cristianas y su política liberal nos
encontramos ideológicamente más a gusto con los populares
españoles, mi partido el PJD es algo así como una especie de
“democracia cristiana” pero en el campo musulmán. Además,
qué voy a decirle, el presidente Rajoy también usa barba
como el presidente Benkirán y yo mismo, algo ya nos une…
Ambos gobiernos son nuevos, casi elegidos a la vez, no hay
problemas pendientes entre ambos, tenemos una gran
oportunidad para alcanzar acuerdos y debemos aprovecharla.
* Entrevista publicada en ‘Editorial Prensa Ibérica? (EPI).
|