El consejero de Hacienda y Recursos Humanos, Francisco
Márquez, se reunió ayer con los representantes sindicales de
los trabajadores de la Administración local para tratar las
propuestas del Ejecutivo sobre el ‘Plan de Sostenibilidad
Presupuestaria’ y la Relación de Puestos de Trabajo (RPT).
El consejero explicó que una de las medidas “polémicas” que
se trató fue la de las jornadas partidas y especiales. La
supresión de estas, si se pone en marcha el plan, afectaría
a un total de 230 personas empleados.
El consejero de Hacienda y Recursos Humanos, Francisco
Márquez, se reunió ayer con los representantes sindicales de
los trabajadores de la Administración local para tratar las
propuestas del Ejecutivo local sobre el ‘Plan de
Sostenibilidad Presupuestaria’ y las ‘Bases para la Reforma
del sector público periférico’. El primero de los aspectos
que se abordó en la reunión celebrada en el Palacio de la
Asamblea fue el tratamiento del “conjunto de medidas que se
engloban en el Plan de Sostenibilidad y que afectan al
personal de la Ciudad Autónoma”.
Y es que este documento es un conjunto de “medidas muy
amplias” que persiguen que las cuentas públicas “puedan
beneficiarse de un ahorro superior a los ocho millones de
euros para este Presupuesto 2012”. Estas iniciativas
“debían” completarse además con medidas en el ámbito de la
gestión de personal porque un 40% de gasto corriente en cada
Presupuesto anual corresponde a gastos de personal”.
Márquez explicó que “en el conjunto” de las medidas que se
propusieron a UGT, CCOO y CSI-F, el Gobierno local sabía que
iban a resultar “polémicas”, como fue el caso de las
jornadas partidas y especiales. La reducción a jornada
normal “puede afectar a unas 230 personas”. “Si se compara
con el conjunto de los casi 1.500 trabajadores que tiene la
Ciudad, no llega ni a un 15% de la plantilla que se pueda
ver afectada”.
En este sentido, el consejero informó a los sindicatos de
que el Ejecutivo local entiende que “es posible que ciertas
funciones administrativas -la mayoría de ellas- puedan ser
desarrolladas en horario normal de la Administración
pública, es decir, de 8.00 a 15.00 horas”.
Por lo tanto, “esas funciones no necesitan que se hagan
mediante una jornada especial, más prolongada de la normal”.
Por lo tanto, “tampoco es necesario retribuirla”, aseguró el
consejero. De este conjunto de funciones el Gobierno ha
considerado “necesario” excluir a la Policía Local,
Bomberos, los centros de 24 horas y otra serie de centros
que disponen de una actividad más prolongada, como es el
caso de la biblioteca o los registros de la Ciudad. “El
resto de funciones, que pueden ser desarrolladas durante la
jornada normal, deben hacerse así porque si no, sería un
gasto no justificado”, aseguró el consejero.
Márquez enmarcó esta iniciativa en la Relación de Puestos de
Trabajo (RPT), la cual define “cada uno con su clasificación
y retribuciones básicas y complementarias además de las
necesidades de jornada que vienen aparejadas a esos
puestos”. “Es ahí, en la RPT, donde habrá que determinar
esas jornadas especiales o partidas si es necesario y no
hacerlo por la voluntad de los equipos que pasen en cada
caso por la Dirección de Recursos Humanos de la Ciudad”. Es
decir, este asunto permite que la gestión de los RRHH sea
“racional” junto con la permisión de “ahorro de una cantidad
de dinero que no es necesario seguir gastando de esa forma”,
finalizó Márquez.
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Márquez a los sindicatos: “El diálogo siempre es bueno”
La reunión entre las
organizaciones sindicales y el consejero de Hacienda y
Recursos Humanos, Francisco Márquez, comenzó ayer a las
12.00 horas en la sala de reuniones del Consejo de Gobierno.
En el encuentro, que se alargó hasta las 15.00 horas,
también se presentó el borrador de la Relación de Puestos de
Trabajo (RPT), explicación que corrió a cargo del director
general de Recursos Humanos, Juan Manuel De la Torre. “Es
una buena señal que las negociaciones se hayan extendido un
poco más de lo que se pensaba” ya que “el diálogo siempre es
bueno”, manifestó ayer el consejero a los medios de
comunicación. “Si el diálogo necesita su tiempo, tiempo
tendrá puesto que en el fondo lo que todos perseguimos
-tanto los representantes de los trabajadores como los de la
Administración- no es otra cosa que reconducir las
relaciones laborales de una forma satisfactoria para todos”
e “intentando comprender las razones que avalan a cada
parte”, finalizó.
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