Me decía, los otros día, uno de
esos fieles lectores con los que cuento. Por cierto menos de
los que quisiera y muchos más de los que algunos se creen,
dejando la falsa modestia a un lado, pues en mí opinión la
modestia es el escudo tras el que se protegen los inútiles,
soy el periodista más leído de esta tierra. ¡Y no tengo
abuela!.
Pues, bien, este fiel lector me preguntaba el por qué no
escribía más sobre cuestiones locales. Mire siempre me he
dedicado a escribir sobre mi tierra y, sobre todo, a
defenderla con todas mis fuerzas sin esperar nada a cambio,
porque nada quiero en la seguridad que nada se me va a
reconocer, de todo cuanto he hecho y voy a seguir haciendo
en defensa de la misma, en la creencia de que es un deber y
una obligación, de todos los ceutíes sin distinción de
credos o razas, defender la tierra que le vio a uno nacer
sin esperar nada a cambio, ni tan siquiera un mínimo
reconocimiento a los escasos méritos que uno pueda tener.
Quizás, últimamente, esté escribiendo más a nivel nacional,
aportando ideas para tratar de salir de la crisis en la que
estamos inmersos, porque quiero a mi país y me duele en el
alma ver todas esas personas que se han quedado sin trabajo,
a las que por no poder pagar la hipoteca se quedan sin sus
casas a las que han dedicado toda una vida, por aquellos
millones de criaturas que tienen que recurría Caritas para
poder comer.
Se, positivamente, que no se me va a hacer el menor caso en
cuantas propuestas haga para tratar de ayudar a salir de la
crisis o rebajar la enorme tasa de paro que tenemos, pero me
da igual. Allá cada uno con lo suyo, pero una cosa es
segura, la tranquilidad de mi conciencia, al exponer una
ideas, por si alguna de ellas puede solucionar algo.
Escribir sobre temas de mí tierra, es escribir siempre sobre
lo mismo y los mismos personajes e incluso personajillos
politiquillos de medio pelo. Y eso, la verdad, no creo que
merezca la pena. Pues contar que si fulano es una jartá de
bueno, que si mengano hay qué ver las cosas que dice o que
si zutano ha propuesto una de sus enormes ocurrencias que no
valen para nada, es una perdida lamentable de tiempo, que no
nos lleva a ningún lado.
Además para informales de todo cuanto ocurre en esta tierra,
ya están los demás compañeros, que sn los encargados de
llevarles esas noticias a sus conocimientos. Por cierto, que
hacen muy bien su trabajo y les tienen informado de lo más
mínimo que suceda en nuestra tierra.
No creo que sea interesante el saber que los plenos son
maratonianos desde la llegada a uno de los sillones, de la
mayor lumbrera política de esta tierra, qué digo de esta
tierra, del mundo mundial.
Los plenos duran las horas que duran, para nada, porque esa
es la única forma que tiene el lumbrera de que alguien le
escuche, ya que nadie le escucha en cualquier otro sitio que
no sean en los plenos donde, por necesidad y obligación,
tiene que prestarle atención el que vaya a responder a sus
genialidades.
Merece la pena escribir sobre algo qué todo sabemos. Pues,
no.
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