Uno de los dos propietarios de la empresa ‘Maxim Paladar’
fue condenado ayer por un delito a la Hacienda Pública por
haber recibido una subvención de Procesa con la condición de
mantener los puestos de trabajo durante tres años, que no se
cumplió.
Uno de los dos propietarios de la empresa de catering ‘Maxim
Paladar’ fue condenado ayer a cumplir con 90 jornadas de
trabajo a la comunidad por un delito de fraude a la Hacienda
Pública, mientras que su socio, que no acudió a la vista
oral fue puesto en busca y captura. Los hechos por los que
se le acusaron se remontan a 2001 y 2002, cuando la empresa
de la que era propietario recibió dos subvenciones de
Procesa, con cargo a los fondos Feder, y en las que se
estipulaba que ‘Maxim Paladar’ debía mantener los 26 puestos
de trabajo que tenía durante tres años. Sin embargo, la
empresa cerró sus puertas antes del plazo previsto y el
dinero se destinó a otros usos.
Ahora, J.B.C. tendrá que hacer frente a una pena de 90
jornadas de trabajos a la comunidad y una multa de 31.253
euros. Mientras, el otro acusado deberá presentarse ante los
juzgados, para ratificar la conformidad al igual que su
socio o celebrar una vista. Entre ambos tendrán que hacer
frente a una indemnización a Procesa para devolver el dinero
de la subvención.
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