El PSOE y el propio ex-delegado del Gobierno, Antonio María
Claret, anunciaron el pasado verano que el edificio del
Banco de España, vacío desde mayo de 2011, se destinaría a
ampliar las dependencias de la Delegación. De hecho,
aseguraron que Patrimonio del Estado había llegado a un
acuerdo con el Banco de España para comprar el edificio de
la sucursal que tenía en Melilla en la Plaza de España.
Estos planes se verán rotos por la llegada del PP al
Gobierno central, ya que su intención es dejar la Delegación
tal y como está.
Al menos, así lo anunció el presidente de Melilla y del PP
regional, Juan José Imbroda, que consideró que la sede de la
Delegación del Gobierno en nuestra ciudad “está bien como
está y no hace falta el edificio del Banco de España para la
vivienda y el despacho del delegado”.
Imbroda, a preguntas de los periodistas, se mostró “seguro”
de esto, aunque no dio detalles sobre la futura utilidad que
podría tener el edificio del Banco de España. En este
sentido, instó a esperar a ver qué ocurre con el objetivo de
la Ciudad Autónoma de ampliar el número de titulaciones
universitarias que podrían estudiarse en nuestra ciudad.
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